lunes, 11 de enero de 2010

Exordio SubMundo III



- ¿Crees que es fácil llevar su plan acabo? Es una locura, el jamás cederá ante ella y todo será en vano, yo soy su mano derecha, ¿para qué quiere un consorte?, ¿para que quiere despertar a una bestia así? Sin alma, sin remordimientos, sin sentimientos y tan poderoso como un dios, es una locura, pero es el deseo de mi reina y debo atenerme al plan, si todo sale según lo previsto yo seré la única de mi especie que sobreviva al ataque de la dama, seré única y exclusiva, nadie será mejor que yo, seré tan poderosa y temida como ella.
- Su plan no es tan fácil, es muy difícil crear esa bestia y más difícil aún controlarla – dijo el halcón.
- Todo saldrá según lo planeado, no tienes que preocuparte, yo estaré pendiente de los movimientos de Dawn, por el momento nadie sospecha de mi, nunca han sospechado de mi, a ti y a Hugo os pillaron por estúpidos, pero yo soy mucho mas lista – el halcón revoloteo por la habitación enfadado, no le gustaba nada esa engreída, siempre habia querido matarla, pero la dama nunca le habia dejado hacerlo y eso ponía a Riley de muy mal humor.
- Si el plan de la dama funciona tendremos que tener mucho cuidado con la criatura, nunca se ha hecho nada semejante, la dama nunca ha dado su sangre a ningún ser, pero según las leyendas y los escritos antiguos que recopilamos de SubMundo, esa es la única manera de crearle – a Riley todo ese plan le daba muy mala espina, crear un monstruo tan poderoso que ni si quiera la dama negra creía poder controlar…. pero todo era bienvenido con tal de derrotar a esa banshee. Su reina quería convertirla en una furia y tenerla a su lado mientras atormenta al mundo, pero Riley no estaba por la labor, lo mejor era eliminarla antes de que fuera una furia.
- Tú encárgate de informarnos sobre todo lo que puedas, la dama quiere estar al tanto de cualquier movimiento que haga la banshee, ten vigilada también a la directora Blake, ella es el aliado más importante y poderoso con el que cuentan – le explicó Riley. Hablar con las cuerdas vocales de un halcón era bastante difícil, pero no podía arriesgarse a ser vista o sentida por los habitantes de la casa.
- Estaremos en contacto, dale a mi reina mis más cordiales saludos y… - una voz desde el piso de abajo interrumpió las últimas palabras de la chica – debes marcharte, viene hacia aquí – varios segundos después de que el halcón saliera por la ventana, la puerta del dormitorio se abrió de par en par, revelando la figura de una preciosa y rubia mujer.
- Moira cariño, tu padre y yo nos vamos a la reunión del consejo con Victoria, ¿quieres venir? – preguntó Loil Summer.
- Claro, ahora voy. Deja que me cambie de ropa – respondió Moira mientras abría su enorme armario de madera.