viernes, 28 de agosto de 2009

Capitulo Diez

A
l día siguiente me levanté alrededor de las tres de la tarde, todos los vampiros del piso seguían durmiendo y me puse a limpiar un poco por encima para entretenerme. Cuando terminé de hacer limpieza (muy rápido, lo odio) me puse a practicar mis proyecciones astrales, cada vez que me deslizaba fuera de mi cuerpo me resultaba mucho más fácil controlarlo, al cabo de tres horas era ya casi una experta.
Practiqué un poco con la telequinesis, pero no me fue muy bien, no tenía fuerza suficiente o el poder necesario para mover objetos muy pesados o voluminosos, el incidente de la colchoneta había sido causado por la ira tanto mía como la de mi oponente, las había canalizado en esa dirección con un resultado muy interesante.
Comí algunas galletas saladas que había traído Kaly y pude ver que la reserva de sangre había menguado mucho, así que decidí ir a SubMundo para coger algunas provisiones, no tardé ni treinta minutos en vaciar la nevera de sangre y trasportarla al piso, el portal se había abierto justo en la cocina del instituto y
todo parecía estar demasiado en calma, ni Etna, la cocinera, rondaba por allí.
Cuando regresé todos los vampiros estaban despiertos y eufóricos mientras me buscaban como locos.
- ¿Dónde has estado? – preguntó Shane mientras me abrazaba. Evan gruñó furioso.
- He ido a buscaros sangre – les dije mientras señalaba la maleta y las bolsas de tela que había llenado.
- Nos podías haber avisado – dijo Evan mientras me arrancaba de los brazos de Shane – nos hemos asustado.
- ¿Creíais que había escapado? – pregunté extrañada y algo divertida.
- No, pensamos que te había pasado algo – dijo Dan, todos le miramos sorprendidos por su preocupación.
- No me miréis así, si la hubiese pasado algo, nosotros – apuntó señalando a su prima y a Kaly – hubiésemos tenido que aguantar a estos dos – dijo señalando a Evan y Shane - insultándose y pegándose como locos – terminó divertido. No pude evitarlo y rompí a reír, ambos chicos me miraron como si estuviera loca.
- Es gracioso que nadie os quiera aguantar – dije mientras terminaba de mearme de risa – a veces sois tan insoportables – Kaly se unió a mis risas. Evan y Shane nos miraron furiosos. No había podido olvidar las palabras que le dijo Shane a Evan esa noche y le miré con ternura mientras me secaba las lágrimas y dejaba de reírme, él me respondió con una caricia en mi mejilla,
el cariño que me trasmitió con ese simple roce hizo que escalofríos de placer recorrieran mi alma y mi cuerpo.
- Tenemos que prepararnos para ir a la corte de los vampiros, hoy todo va a ser mucho más complicado – dijo Evan malhumorado mientras se sentaba en el sillón para planificar la ofensiva.
- Evan tiene razón – dijo Nereida, cuando la miramos sorprendidos por su comentario tan… bueno, pelota, se puso roja como un tomate.
Después de comentar y repasar dos o tres veces el modo y la forma en la que entraríamos en la corte vampiro, Evan dio a Dan y a su prima dos pistolas y encargó a Shane llevar el coche que habían traído los primos a la corte, ese sería el plan B, huir con el todoterreno.
Mientras Evan explicaba a los dos chicos cómo utilizar las pistolas, yo comencé a abrir el portal. La puerta negra que se materializó frente a nosotros, tenía grabadas lunas y estrellas que se movían hipnóticamente, cuando todos estuvimos listos, Evan se situó frente a mí con su M16 dispuesto a disparar a cualquiera que se moviera, él y yo entramos los primeros. Cuando el portal se cerró detrás de nosotros pudimos ver que estábamos en uno de los despachos principales, gracias a Dios no había nadie. Kaly se puso a olisquear el aire como un perro de presa y los demás nos dirigimos hacia la puerta para poder salir. Nos estaban esperando y lo que vimos al abrir la pequeña puerta de madera nos dejó helados. Siete ibliseri y dos vampiros nos esperaban con unas lindas sonrisas en sus caras.
- Vaya, vaya – dijo una voz conocida que salió por detrás de los vampiros. Riley Morgan se reía en nuestras narices – qué
ingenuos, ¿pensasteis que podríais destruir los portales antes de que os cogiéramos? Estúpidos – dicho esto, ordenó el ataque con un ligero movimiento de su mano.
El infierno se desató en pocos segundos, los disparos, los golpes y los gritos inundaron la estancia, la ira y el dolor se arremolinaban dentro de mí generándome poder, pero el miedo por mi vida y la de mis compañeros contrarrestaba los efectos. No podía gritar, mis amigos estaban mezclados entre los ibliseri y podía matarlos. Empecé a disparar como una fiera y dejé fuera de combate a dos ibliseri, no se me ocurría nada, mis amigos se estaban quedando sin munición y sin recursos, así que ordené la retirada. Los monstruos no se esperaban que echáramos a correr, pero pronto se deshicieron de la confusión y nos siguieron, los vampiros eran más rápidos y yo me iba quedando atrás a cada paso. Alguien me agarró por detrás y me tiró al suelo, forcejeé con mi agresor y conseguí lanzarle con fuerza al otro lado del pasillo, vi por el rabillo de ojo que Kaly, Shane y Evan volvían hacia mí.
- ¡Largaros, rápido! – les grité enojada. Es preferible que no muriera nadie, pero si hay que morir, cuanto menos personas lo hagan mejor, ellos se pararon en seco y Kaly les convenció de que siguieran adelante, después de debatirse y mirarme se marcharon, pero Kaly se metió de lleno entre los ibliseri y yo, estos ya no perseguían a mis amigos, estaba claro que me querían a mí. Kaly se situó a mi lado con el M16 de Evan, los cuatro ibliseri que quedaban estaban parados frente a nosotros. Rápidamente empujé a Kaly detrás de mí y me prepare para gritar con todas mis fuerzas, pero algo realmente espantoso pasó, de mi boca no salió ningún grito, ninguna palabra, era incapaz de hablar, miré a Kaly espantada, ella tampoco podía articular ningún sonido, nos habían lanzado un hechizo, Kaly era
muy buena en este hechizo, pero estaba claro que quien nos le había lanzado era mucho mejor que ella.
Reaccione rápido, saqué las runas de mi bolsillo y las puse en la mano de mi amiga, luego la lancé de un empujón lejos del círculo, que cada vez se iba estrechando más, a mi alrededor. La mandé mentalmente una "orden directa", aunque fue más una súplica que otra cosa, supe que realmente tenía ese poder en el momento en el que ella, atónita, contestó en mi mente. Antes había probado a llamarles mentalmente pero nunca imaginé que podría tener una conversación.
- Ellos no van a querer irse, volverán a por ti – me dijo.
- Diles que estoy a salvo, que ya estoy en el apartamento, miénteles, y esperarme allí, si no he llegado a las cuatro de la mañana largaros del piso y buscar protección en SubMundo.
- No… yo no… - contestó.
- ¡Hazlo! Y cuando llegues sella la puerta para que no podáis regresar – la grité mentalmente. Después los ibliseri se echaron encima de mí y pude ver mientras luchaba y mordía como Kaly se marchaba corriendo mientras sollozaba.
Cuando me tuvieron amarrada y vieron que ya no me revolvía, supe que era mi final, mis pensamientos volaron viendo imágenes de mi vida y se detuvieron en la imagen de unos ojos verdes, Shane, ¿Cómo podía haber tenido dudas? Le amaba, le amaba más que a mí misma y solo deseaba que estuviera bien y a salvo, me di cuenta en ese instante que si moría o si me convertía en furia mi último pensamiento sería para él, el último aliento que expirara antes de mi muerte estaría dedicado para siempre a Shane Darkness. Noté un cierto escozor en la garganta que me sacó inmediatamente de mis cavilaciones y mis sentimientos, un escozor que me resultó muy familiar recorría mi boca y mis cuerdas vocales, la última vez que lo había
sentido fue cuando el padre de Shane me besó para curarme la garganta, en ese momento sabía lo que había pasado, mi garganta y mi voz estaban en plena forma. Uno de los monstruo me tocó la cara mientras balbuceaba cosas sin sentido a sus compañeros, en ese mismo minuto obtuve en mi cabeza otra visión, me vi a mí misma siendo atrapada, me vi en ese mismo instante y me vi gritando, no esperé ni un segundo más y grité tan alto y fuerte como me era posible, pude ver las vibraciones del aire arremolinarse alrededor de mis captores, y pude sentir su miedo y su dolor antes de que se convirtieran en polvo.
No me quedé a ver si alguien había sobrevivido y podía seguirme, mi grito había sido muy potente, el más potente hasta ahora y me extrañaba mucho que alguien lo hubiese aguantado, así que salí corriendo por el pasillo hacia la puerta principal, no tardé mucho en estar fuera del edifico, pude darme cuenta de que estaba cerrado al público, así que también supe que la mayoría de los vampiros que trabajaban allí estaban implicados en esta operación.
En tres minutos y sin prestar atención a nada más, llegué al todoterreno que Shane había aparcado en la puerta de la corte. No tenía las jodidas llaves. Golpeé la puerta frustrada y cabreada, algo que me debilitó un poco, aunque la adrenalina y el poder de la muerte de los ibliseri todavía recorría mi cuerpo y estaba más fuerte que nunca, pude sentir el pequeño bajón, luego me di cuenta de mis heridas, ninguna me había empezado a doler hasta ese momento, tenía un corte realmente feo en el brazo derecho y sentía la sangre caliente resbalar por mi cara, toqué mi frente y me estremecí de dolor, tenía una ceja rota y muchos arañazos que traspasaban mi ropa y habían marcado mi estómago y mi espalda, volví a debilitarme y caí de rodillas junto al coche.
Luego me golpeé la cabeza sorprendida haciendo que mi cuerpo se estremeciera por el dolor que semejante estupidez había
provocado, pero me sentí mejor, no me importó, ¿Cómo podía haber sido tan estúpida? ¡Mi mejor amigo es un macarra! Mi querido Josh me había enseñado a puentear los coches y yo ni siquiera me había acordado, me incorporé y me puse manos a la obra. En menos de cinco minutos, después de romper la ventanilla del copiloto, estaba en el todoterreno a ciento cincuenta kilómetros por hora en dirección al piso.
Cuando llegué a la puerta del piso, golpeé con los nudillos, estaba nerviosa y asustada, no sabía si habrían salido todos vivos o si alguno de ellos estaba herido de gravedad.
Evan abrió la puerta al instante y me abrazó haciendo que todos mis cortes y magulladuras me escocieran.
- Evan, me haces daño – le dije intentando ocultar el alivio que sentía de verlo sano.
- ¿Dónde está Shane?- pregunté mientras me apartaba de él y entraba en el piso.
Kaly, Dan y su prima estaban sentados en el sofá bebiendo sangre para recuperarse de las heridas con mayor rapidez. Kaly contestó a la pregunta que había en mis ojos y me sonrió complacida de verme.
- Me dijiste que no les dejara ir a buscarte, así que tuve que golpear a Shane y dejarle inconsciente, está en su dormitorio – no terminó de decirlo cuando yo ya estaba abriendo la puerta de su habitación y me estaba lanzando desesperadamente a su cama.
Le sacudí varias veces y recobró el sentido al cabo de varios minutos, cuando me vio sus ojos se agrandaron y aunque no estoy segura también creo que se humedecieron. Se incorporó en un movimiento borroso y me estrechó fuerte contra su pecho, las
heridas me molestaban y me dolían, pero no me importaba absolutamente nada, estaba en sus brazos, los brazos donde quería estar toda mi vida. Lucharía con quien hiciera falta para tenerle siempre junto a mí.
- Te amo – me dijo eufórico – nunca he dejado de amarte – me reconoció – lo que te dije cuando te despertaste después de que te enteraras de la promesa Oilind no lo decía en serio – yo ya lo sabía, le había escuchado la noche anterior decírselo a Evan, y no quería escucharlo otra vez, así que le silencié con un beso. Un beso que me devolvió toda la felicidad y alegría que necesitaba. Shane cogió mi cara con sus manos y se apartó un segundo – no voy a abandonarte, voy a luchar contra quien sea por esto, se que jamás volveré a amar a nadie como a ti y si no vas a estar a mi lado prefiero morir – no le contesté, la lágrimas de emoción y alivio recorrían mi rostro arrastrando la sangre que me bañaba y haciendo que mis heridas escocieran como el demonio.
- Yo también te amo Shane – le dije mientras le abrazaba y escondía mi cara en su pecho. Sentí como se reía complacido y aliviado.
- Me encanta oírte decir mi nombre, me hace tan feliz… - Kaly entró en la habitación, como siempre sin llamar, y nos interrumpió.
- Siento molestar, pero tenemos que curarte las heridas, estas dejando un olor a sangre alucinante por todo el piso y aunque seamos tus amigos, no somos de piedra – dijo mientras se reía. Kaly había sido una buena amiga y una fiel y obediente soldado, así que asentí y Shane y yo nos fuimos al salón para que ella y Evan me atendieran, una de las cuatro carreras que tenía el viejo
Evan era la de medicina, así que nos vino muy bien contar con su ayuda. Sabía que había escuchado toda la conversación que habíamos tenido Shane y yo, pero no dio signos de molestia ni se mostró enfadado o triste. Sabía que no se rendiría, sentía algo por él, era algo extraño y sincero, pero no tenía ni punto de comparación con lo que sentía por Shane.
Después de que limpiaran y curaran mis cortes y mis contusiones, me marché a cambiarme de ropa, necesitaba pensar en cómo salir de esta y a dónde dirigirnos, este piso ya no era un lugar seguro, era probable que me hubieran seguido o hubieran rastreado el portal Owëd hasta allí.
- Tenemos que marcharnos – les dije a todos cuando salí de la habitación.
- ¿A dónde vamos a ir? – preguntó Dan.
- Pues a un sitio donde no se les ocurra buscarnos – dije mientras sonreía, Evan y Shane me escrutaron con la mirada – vamos a ir a casa de mi amigo Josh, por estas fechas sus hermanos y su madre se marchan a un balneario, llamaré para asegurarme, luego allí ya pensaremos qué hacer y a dónde ir – todos se quedaron estupefactos.
- ¿A casa de un humano? – preguntó Evan indeciso.
- Sí, ¿se te ocurriría a tí buscarnos en su casa? – Evan sopesó las opciones y me dedicó una sonrisa ladeada.
- No, la verdad es que sería en el último lugar en el que te buscaría – dijo mientras recogía las armas y las metía en la maleta.


- Bueno, pues recoger las cosas rápido – dijo Kaly mientras se levantaba y se metía en nuestra habitación para hacer sus maletas.
Mientras ellos recogían sus cosas, yo llamé a Josh, que contestó a segundo tono.
- ¿Sí? – preguntó adormilado. No me había dado cuenta de que eran las seis de la mañana.
- Josh, soy Dawn – unos ruidos extraños sonaron al otro lado del aparato y supuse que se estaba incorporando en la cama.
- ¿Estás bien? ¿Ocurre algo? – preguntó aclarándose la voz.
- Sí, estoy bien, ¿Estás solo en casa? – pregunté cruzando los dedos detrás de mi espalda.
- No, pero mi madre y mis hermano se van mañana a Water Maid – perfecto, estaría completamente solo en su casa una o dos semanas.
- Unos amigos y yo necesitamos refugio, ¿te importaría que nos quedáramos allí un par de días? – pregunté.
- No, claro que no, pero no estoy… del todo solo… yo… bueno – no sabía explicarse, pero supuse que se refería a su nueva novia.
- No hay problema, nos comportaremos como humanos – dije con tono seco, ¿Por qué me molestaba tanto? Había algo en esta historia que me olía realmente mal, no estaba celosa, estaba más bien preocupada.


- Entonces no hay problema, ¿Cuándo vais a venir? – preguntó ya mucho más espabilado.
- Ahora – le dije más bien como una pregunta.
- Pero mi madre está todavía en casa, se van a las diez de la mañana – dijo preocupado.
- Vamos a entrar directamente en el sótano, nos quedaremos allí hasta que anochezca – expliqué mientras improvisaba.
- ¿Son vampiros? Tus amigos… - parecía algo extraño.
- Sí, son vampiros, pero tranquilo, no te vamos a causar ningún problema – de aseguré.
- Vamos nena, yo me apellido problemas, sabes que me encantan los problemas, tenía una amiga que era peor que yo – dijo mientras se reía, no pude evitar sonreír y relajarme mucho más.
- Nos vemos esta noche – dicho esto le colgué el teléfono y me volví hacia la "unidad de combate" que estaba lista y preparada para salir zumbando de allí.
- Nos vamos – les dije mientras le pedía las runas a Kaly con un gesto de la mano. Mi fiel amiga me las dio y comencé a abrir un portal. Una puerta de madera algo estropeada se solidifico ante nuestras narices, fui a abrir la puerta, pero Shane se interpuso y entró delante de mí manteniéndome protegida con su cuerpo. Lo vi como un bonito detalle, Evan, sin embargo, puso cara de malas pulgas.

¡¡¡¡Necesito recomendaciones!!!!


Hola gente, pues bien lo que quiero son recomendaciones de mangas y animes (series de tv de mangas) he intentado dar con algo parecido a Skip beat, pero todo ha sido en vano, estoy buscando una historia de amor, es decir un shoujo, pero quiero que los dibujos sean del estilo skip beat y la corda de oro, no quiero que parezcan niños.


La corda de oro, skip beat y paradisse kiss ya las he visto, luego entre las series en las que los personajes son un poco aniñados, también he visto y leído muchas.


Necesito un manga o un anime con una buena calidad de dibujo, en que que los protas sean como los de la imagen, de ese estilo. Si conocéis de alguna ayudarme y dejarme un comentario por favor!!!!

jueves, 27 de agosto de 2009

Escudo de La Casa de Éter

Muy bonito y magico. Ignacio es el autor de esta imagen que me ha robado el corazón.

Escudo de La Casa de Érebo


Este viene de la mano de Ryssa, sencillo pero muy lindo.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Capitulo Nueve

Al día siguiente ya estábamos listos para entrar en la primera corte, la de las hadas, teníamos que andarnos con mil ojos y evitar que nos vieran, algo realmente difícil si tenemos en cuenta que teníamos que recorrer todo el edificio para encontrar la estatuilla de Éter.

Habíamos estado esperando toda la tarde a que viniera el vampiro que le había pedido a la directora, pero todavía no había llegado y ya nos estábamos impacientando.
Shane se había levantado con el pie izquierdo y no quería esperarle.
Cuando dieron las siete de la tarde alguien aporreó la puerta del piso, yo saqué mi pistola y todos los demás me imitaron, está bien que tengamos poderes y todo eso, pero yo me sentía más segura llevando un arma, mi estado emocional no me aseguraba al cien por cien que pudiera hacer uso de los poderes y que un ramalazo de tristeza no se escapara de mi "caja fuerte" y me
debilitara en el peor momento posible, pero el mejor motivo para llevar armas es que nuestros enemigos no se lo esperan.
Evan abrió la puerta y dejó pasar a dos vampiros, un hombre y una mujer, aparentaban veinticinco años máximo.
- Hola, soy Dan Fire y esta es mi prima Nereida Fire – presentó el chico, era muy lindo, tenía el cabello negro como el azabache y los ojos azules, era muy alto, sacaba diez centímetros a Evan y a Shane. La chica era una preciosidad, era pelirroja con muchas pecas y los ojos verdes, la verdad es que no se parecían en nada, Nereida era bajita y de complexión robusta.
- Encantada de conoceros, soy Kaly Midnight – Kaly como siempre no dejó pasar la oportunidad de ligar con el bombón de fuego – estos son, Shane Darkness, Evan Shadows y nuestra banshee Dawn Summer – la hubiese pegado un porrazo en la cabeza si hubiese tenido algo a mano que no fuera la pistola, pero en vez de eso sonreí a los dos chicos que me miraban curiosos.
- Ella está conmigo – le dijo Evan a Dan, éste me sonrió de manera muy sexy y le dirigió a Evan una mirada de superioridad, algo fácil teniendo encuentra su altura.
A mí se me revolvieron las tripas y estuve a punto de pegarle un tiro a Evan con la Sig-Sauer que todavía tenía en la mano. La ira me golpeó como un mazo y caí de rodillas soltando la pistola para apoyarme en el suelo con las manos.
- No lo digas – jadeé – ¡no lo mientes mas, no lo insinúes, olvídalo o no seré capaz de cumplir la misión! – en ese momento me lancé contra Evan y le arañé fuerte el brazo con las uñas. Su dolor era exquisito, y me dio la fuerza y el poder que
necesitaba para seguir controlándome. No preguntó por qué lo había hecho, todos, excepto los nuevos, sabían la razón.
- Nos han dicho que necesitáis a vampiros que controlen el fuego – dijo Nereida, algo incómoda por lo sucedido – yo soy capaz de crear fuego en la palma de mi mano y mi primo puede trasportarlo y avivarlo – nos explicó.
- Eso nos vale – dijo Shane.
- Pues no se a qué estamos esperando, vamos a la corte Fairy – dije mientras colocaba las runas doradas y daba la dirección. Ya eran las nueve de la noche y no debería haber muchas hadas por el edificio, pero fuimos armados hasta los dientes, se interponga quien se interponga matarlo, esas eran mis órdenes, no podíamos dejar testigos. Si alguien informara a la Dama de lo que estamos haciendo abriría los portales mañana mismo y no podríamos impedirlo.
El portar Owëd se abrió con una dulce y espesa niebla, la puerta que nos mostró era dorada con flores y árboles tallados, la abrí sin perder más tiempo y entramos.
Estábamos en una habitación oscura, para mi desgracia no tenía la visión nocturna de los vampiros y Shane tuvo que guiarme hasta una puerta.
- ¿Hueles algo? – le susurré a Kaly.
- Esta aquí, pero todavía no capto la esencia – contestó, luego siguió oliendo el aire.
- Salgamos de esta sala – dijo Evan. Me puse delante para abrir la puerta pero él se cruzó en mi camino.

- No, iré primero – me dijo enfrentando mis ojos, que no veían absolutamente nada. Luego me besó en la frente y abrió con cuidado la puerta. No me quejé por el beso, incluso me sentó
bien recibirlo, era una sensación extraña. Había comenzado a perdonarle.
La corte Fairy estaba iluminada solo por las luces de emergencia, al menos de esa manera podía ver más de un metro delante de mis narices. Caminamos todos en silencio hacia una de las salas de reuniones, Kaly se detuvo a olisquear en la puerta.

- Creo que esta aquí – me dijo con una sonrisa. ¿Ya está? Estaba siendo demasiado fácil, esperaba que al menos uno o dos ibliseri estuvieran custodiando la figura. Seguramente nuestro primer robo sería más fácil, cuando se enteraran de que estamos destruyendo los portales alzarían un buen muro de protección, hoy jugábamos con el factor sorpresa y no debíamos desaprovecharlo.
Fue realmente sencillo robar la figura del dios Éter y trasportarla al piso franco, una vez allí, Dan y Nereida la calcinaron junto con la figura del Avatar, ya sólo quedaban dos, esta noche iríamos también a la corte de los cambiaformas y dejaríamos la corte vampiro para el día siguiente, sería la más peligrosa y la más difícil.

- ¿Os las podéis arreglar vosotros cuatro solos en la corte de los cambiaformas? – preguntó Evan dirigiéndose a Kaly, Shane, Dan y Nereida. Yo le miré sorprendida.
- ¿Por qué? – preguntamos Shane y yo a la vez.

- Necesito hablar contigo, es muy importante – me dijo Evan mirándome con sus preciosos ojos azules.
- ¿No puede ser en otro momento? – pregunté algo aturdida.
- No – luego se aclaró la garganta y suavizó su voz – necesito hablar contigo, es importante.
- Está bien, ¿Cómo nos comunicamos en caso de que os metáis en líos? – ¿Por qué no se me ocurrió pedirle a Evan que trajera unos cuantos móviles?
- Por lazo de sangre, solo dura dos o tres días a lo sumo – dijo Dan - Todos los hijos de Érebo pueden comunicarse o pedir socorro con un lazo de sangre, el que debería recibir la llamada de socorro, debe morder al posible emisor, de esa manera se crea un vínculo durante unos días entre los dos, si hubiese algún peligro el emisor solo tendría que pensar muy fuerte en la otra persona.
- Está bien, Evan, muérdeme – dijo Kaly. Sentí una punzada de celos recorrer mi cuerpo, ¿Qué me pasaba? Evan se acercó a la muñeca de Kaly y la mordió con suavidad, un ramalazo de excitación y celos volvió a recorrerme por la piel, dejándome cada vez más confusa.
Shane se debatía entre quedarse e irse, pero al final se marchó, no tenía que olvidar que el no me quería lo suficiente como para arriesgarse a estar conmigo, aunque la verdad es que las palabras de Miguel me habían confundido mucho.
Una vez que se fueron, Evan enfrentó mis ojos y me llevó hacia el salón del piso para que nos sentáramos.


- No sé cómo explicarte esto y pedirte perdón por todo lo que está pasando – dijo abatido – yo también me enfadé mucho con tu madre cuando hizo la promesa, yo tampoco quería atarme a alguien por la fuerza, yo… - le interrumpí asustada.

- ¿Qué significa eso? ¿Tú no estabas de acuerdo? – pregunté cada vez más confundida.

- Cuando tú prometes algo a través de una promesa Oilind, tienes que hacerlo y cumplirlo, nada ni nadie te lo va a impedir. Yo le prometí a tu madre sacarla con mis propias manos de la jaula y ella tenía que prometer algo importante, algo que la costara un sacrificio, prometió casarse conmigo, pero no funcionó y seguí sin poder tocar la plata de la jaula, prometió darme su sangre durante dos años, y tampoco funcionó, estaba comenzando a amanecer y a la desesperada me prometió a su primera hija en matrimonio cuando cumpliera diecinueve años, no pude hacer nada al respecto, mis manos pudieron tocar el metal y sacarla de la jaula, de esa manera se selló la promesa y quedó recogida en los telares de las Moiras5 y en el oráculo de Delfos, por eso las cortes lo han sabido y nos han obligado a cumplirla – se detuvo esperando que yo dijera algo, pero estaba demasiado sorprendida para hablar, así que continuó con su monólogo – fui a verte al nacer, y le dije a tu madre que no quería saber nada de esto, que no me quería atar a un hada, y menos a una tan distinta a las demás – alzó la vista de sus rodillas y me miró con resignación – tu madre estuvo de acuerdo en romper la promesa, pero yo volví a verte hace dos veranos,

5 Las Moiras son seres pertenecientes a la mitología griega, personificación del destino. Las Moiras son tres, Cloto, Láquesis y Átropos, "la que hila", "la que asigna el destino" y "la inflexible". Como diosas del destino velan porque el destino de cada cual se cumpla, incluyendo el de los propios dioses y tejen en un telar el pasado presente y futuro.


cuando tenías diecisiete años recién cumplidos, me escondí detrás de unos setos en un parque cercano a tu casa y te vi defender a un viejecito de tu hermanastra y sus amigos, en ese momento me enamoré de ti, y ese sentimiento me inundó y me desesperó, pedí a la directora Black que me dejara empezar el curso un año antes que tu y me lo concedió. Quería dejar de estar enamorado de alguien a quien no conocía y que por alguna extraña razón tenía idealizado. Deseé que fueras como todas las demás hadas, por eso me comporte tan mal contigo, cuando vi que tu luz se encendía negra después de beber del cáliz de Lozor… sabía que eras distinta, y quise que me odiaras y sobre todo, quise odiarte, pero todo fue en vano, cada contestación tuya a una de mis groserías o a alguno de mis actos me hacía desearte más y más. Cuando la Señora. Stock me hechizó, pensé que estaba todo perdido, que me odiarías y jamás me perdonarías, pero otra vez me volviste a sorprender, vale, siempre he sido un tocapelotas y un imbécil con la gente, pero contigo era distinto. No sabes lo mal que lo pasé cuando estabas con Shane en el apartamento de la directora, estuve a punto de salir de tu mochila y matarle, pero conseguí no desesperarme.

Al finalizar el semestre pasado dos guardias reales me trajeron una notificación de la corte de los vampiros que me instaba obligatoriamente a cumplir con mi promesa bajo pena de tortura y muerte, quise ganarme tu corazón durante estos meses, para que cuando supieras la verdad no te importara, incluso pensé que el lio de Shane con Nicky te apartaría más de él, pero no soy un mentiroso ni un rastrero y aquel día en la cama te confesé que su relación era una farsa, tiré piedras a mi propio tejado, no me arrepiento, pero sé que no he salido beneficiado - ¡Oh Dios mío! No sabía qué debía decirle, nadie se me había declarado de esa manera, mis sentimientos de rencor desaparecieron de un plumazo, él también había estado luchando contra esto, ¿Qué
podía hacer yo?, Shane había dejado muy claro, al menos con palabras, que no estaba dispuesto a arriesgarse a estar conmigo.

- No sé qué pensar de todo esto ni como sentirme –le confesé, también me di cuenta de que mi madre, a diferencia de las otras hadas, nunca me había hablado mal de los vampiros, como dijo la directora, no me habían inculcado el odio hacia ellos, ahora comprendía muy bien el por qué – para serte sincera debo reconocerte que estoy muy enamorada de Shane, pero también… siento algo por ti, sé que es algo fuerte pero estoy hecha un lio y por el momento no me puedo decidir por ninguno de los dos.

- Eso es más de lo que esperaba oír – dijo sonriéndome tímidamente – me alegra que no me odies, me alegra mucho oírte decir que tienes dudas, aunque para ti sea un suplicio para mí significa una esperanza.

- Sabes que no soy una mentirosa ni soy una hipócrita, pero quiero dejarte claro que primero y ante todo está mi amor por Shane, no sé por qué es tan fuerte y tan desgarrador, pero lo es y no puedo hacer nada al respecto – le dije sinceramente.

- Hay algo que debes hacer antes de que sigamos el camino… - sabía perfectamente que se refería a la perdida de mi virginidad, pero ¿con quién lo haría? ¿No me uniría más a la persona que eligiera para hacer el amor? Me conocía lo suficiente como para saber que si me acostaba con alguno de los dos terminaría más enamorada y desequilibraría la balanza.
- No lo he pensado todavía pero creo que lo mejor sería que no fuérais ninguno de los dos – le confesé nerviosa.


- ¡¿Cómo?! – preguntó levantándose de golpe.

- Sabes tan bien como yo que mis sentimientos por el que se acueste conmigo serán más fuertes y creo que también sabes que en estos momentos me decidiría por Shane – le dije a la defensiva.

- No pienso dejar que ningún otro te toque – dijo apretando los dientes, estaba furioso y yo podía sentir esa ira creciendo dentro de mí y transformándose en poder y energía.

- No lo voy a hacer, con ninguno de los dos, al menos por el momento, tenemos que ocuparnos de cosas más importantes y estoy capacitada para hacerlo con mis poderes actuales, no creo que haya mucha diferencia – dije muy poco convencida.
- Es tu decisión – reconoció Evan mientras se levantaba y caminaba hacia la cocina.
Pasaron quince minutos más hasta que Shane y los demás volvieron de la corte de los cambiaformas, por lo visto también había resultado realmente fácil, cada momento que pasaba me daba más mala espina, ¿realmente era tan estúpida la Dama? ¿No sería una trampa? Mañana en la corte de los vampiros lo averiguaríamos, debíamos atacar de día, pero toda mi "unidad de combate" eran vampiros y no podían tolerar estar despiertos a esas horas, por lo que tendríamos que ir por la noche, cuando todos los funcionarios y demás trabajadores estuvieran en el edificio. Mañana se habrá corrido la voz del robo de las estatuas y los infiltrados de la corte vampiro estarían al tanto de nuestro propósito y no nos lo pondrían tan fácil.
Cenamos todos juntos en el salón y vimos un rato la televisión, me sentí mucho más relajada que antes y rápidamente me quedé
dormida en el sofá, al cabo de un rato sentí que Kaly me cogía en brazos para llevarme a la cama. Shane y Evan compartían ahora un dormitorio, Dan y Nereida compartían el otro.
Alrededor de las seis de la mañana una amargura extraña recorrió todo mi cuerpo renovando mis fuerzas, alguien estaba muy amargado y cabreado.
Me incorporé en la cama e intenté localizar la fuente de esos sentimientos, de golpe y porrazo salí despedida de mi cuerpo volviendo a convertirme en un fantasma, pude verme sentada sobre mi cama con los ojos cerrados. Me había proyectado astralmente sin proponérmelo ¿o había sido mi ansia por saber quien estaba sufriendo lo que había provocado mi proyección?
Me dirigí hacia la habitación de Shane y Evan, sintiendo cómo las emociones se arremolinaban allí.
Atravesé la puerta y los vi de pie uno frente a otro. Seguían sin poder verme, pero no me quería arriesgar a que me oyeran, así que permanecí en silencio y escuché su acalorada conversación.

- Ella es mía y no vas a volver a acercarte – le dijo Evan con rabia.
- ¿Quién me lo va a impedir? – Espetó Shane – ella no te quiere a ti, me ama, y yo la amo a ella, no vas a separarnos – dijo dejándome de piedra, ¿no se suponía que él había renunciado a mí por miedo a que le cogieran?
- También me quiere a mí – dijo Evan bajando la mirada.
- Es ella la que tiene que elegir entre nosotros dos – dijo Shane – no una maldita promesa Oilind. No quiero hacerle daño, solo quiero estar a su lado, ella es lo único que me hace inmensamente feliz, rozarla, besarla… todo, porque la quiero y
sé que jamás voy a olvidarla, sé que esto es amor de verdad y no puedo estar lejos de ella, me muero por dentro cada vez que te veo con Dawn, me destroza cada vez que la tocas y el beso que te dio la noche que murió Lucía Reyes me abrió los ojos, me hizo entender que lo que siento por ella no lo puedo explicar con palabras, que cada parte de mi alma se despierta soñándola y añorando sus besos y que estoy dispuesto a pagar el precio que sea necesario por tenerla en mis brazos, deseo pasar mi vida a su lado y si no puedo hacerlo me dará exactamente igual todo – era el discurso más largo y sincero que había escuchado salir de la boca de Shane, me dejó sin palabras. Estaba confundida y emocionada, mis ojos no aguantaron las lágrimas por más tiempo y estas se derramaron por mis mejillas mojando mi rostro o, mejor dicho, no-rostro
- Yo tampoco estoy contento con eso de la promesa, no quería que se uniera a mí a la fuerza – gritó Evan cada vez más nervioso.
- Pues eso es lo que va a pasar Evan, ella tendrá que estar contigo por la fuerza – afirmó Shane con una sonrisa en la cara que no auguraba nada bueno – a menos que mueras – sus palabras me dejaron helada y aguanté la respiración ¿estaba Shane pensando en matar a Evan? Evan también se quedó perplejo.
- ¿Vas a matarme? – preguntó fingiendo miedo, luego le sonrió – no me hagas reír, sabes tan bien como yo que con Dawn no vale jugar sucio, ¿crees que te perdonaría que me matases? – Evan tenía toda la razón, jamás perdonaría a Shane si hiciera algo tan monstruoso.


- No voy a matarte, no seas estúpido – respondió Shane sentándose en la cama - ¿Dónde nos deja esto? – preguntó resignado.
- No lo sé, pero ella debe madurar pronto y dice que no quiere hacerlo con ninguno de los dos – chivato.
- ¿Qué? – gritó Shane volviéndose a levantar de la cama. La misma reacción que había tenido Evan – no puede estar hablando en serio… ¿no?
- Te estoy diciendo que no lo sé, aunque ella piensa que la has abandonado – comentó Evan.
- Le dije todo eso para que le fuera más fácil aceptar la maldita promesa, lo hice por ella y solo por ella – Shane se echó las manos a la cabeza y suspiró – no sabes lo difícil que fue para mí, no tienes ni idea – dijo apenado.
- No soy ninguna piedra Shane, se lo difícil que debió de resultarte, tengo cuatrocientos años, se de lo que hablo, no sé por qué está enamorada de alguien como tú, que siempre has usado a las mujeres como si fueran pañuelos desechables, joder, has estado con más mujeres que yo en mis muchos años – dijo Evan sonriente.
- Solo me he acostado con dos de esas mujeres, así que no te atrevas…
- ¿A llamarte mujeriego? – preguntó Evan con sarcasmo.
- No voy a renunciar a Dawn, y sé que tú tampoco, cuando llegue el momento ella tendrá que elegir, si no lo hace entonces
uno de los dos debe desistir o enfrentarnos a un tratado Koreltez – dijo Shane poniéndose muy serio. Evan también asintió solemne. Había escuchado hablar de ese tratado, en la antigüedad era un método que se usaba muy a menudo, era una lucha a muerte entre los dos aspirantes, normalmente siempre eran mujeres las que luchaban porque sus amantes no se decidían por ninguna de ellas. ¿Sería yo la primera mujer de la historia por la que lucharan dos pretendientes? No había ningún antecedente, las mujeres saben lo que quieren y a quien quieren, nunca habían tenido que recurrir a ese método y yo tampoco pensaba hacerlo. Me decidiría por uno de los dos. Pero ahora no era el momento.
Volví rápidamente a mi cuerpo en el mismo momento que sus sentimientos se aplacaron. Allí estaba yo, sentada y llorosa, pensando que debería hacer con dos hombres cuando el destino del mundo, literalmente hablando, estaba en mis manos y en las de mis compañeros.
Tardé mucho en dormirme pero antes de que despuntara el alba mi cansancio y mis nervios me habían sumido en la inconsciencia de los sueños.

Escudo de la casa de Éter


Esta diseñado por nuestra querida Jen, aun estando manca es una genio jajaja.

domingo, 23 de agosto de 2009

Informacion sobre las tres casas de SubMundo


Bueno, os voy a dejar un poco de información sobre las casas y sus lemas para que podáis hacer los escudos.


La casa de Érebo, es la de los vampiros, se caracteriza por usar colores vino, negro y rojo sangre.

Su lema es : "Dentro de la oscuridad esta nuestro camino"


La casa de Gaya es la de los cambiaformas, usa colores marrones verdes oscuros.

Su lema es: "Volando, corriendo o nadando dentro de tu seno estamos"


La casa de Éter es la de las hadas y los aluxes, usan colores pastel (parecen arco iris andantes).

Su lema es: "Dentro de la luz esta nuestro camino"


viernes, 21 de agosto de 2009

Capitulo Ocho

Sabía perfectamente lo que era una promesa Oilind, sabía que si la promesa se rompía, la maldición de Oilind caería sobre los implicados y sus familias, normalmente sobre sus descendientes. ¿Cuál es la maldición?, nadie ha sido tan tonto como para romper una promesa de esta magnitud, pero durante la historia se han escuchado casos horribles, desde malformaciones en los descendientes hasta canibalismo.
Con ese pensamiento me desperté de mi letargo, estaba en mi dormitorio, o al menos así lo sentía, no había nadie a mí alrededor y me arriesgué a abrir los ojos.
Estaba sola tumbada sobre mi cama y me sentía extraña, sentía todo mi cuerpo como una madeja de músculos sin vida, antes de poder levantarme la puerta se abrió con gran estruendo y Shane se precipitó sobre mí.


- ¿Estás bien? – me preguntó asustado mientras me ayudaba a incorporarme, me fijé que sus ojos estaban rojos y su cara algo demacrada.
- ¿Cuánto tiempo llevo así? – pregunté con la voz quebradiza y pastosa. Shane me alcanzó un vaso de agua de mi mesilla y me contestó mientras bebía.
- Dos días – dijo sentándose a mi lado – ya me he enterado de lo de Evan – comentó mientras se echaba las manos a la cabeza.
- No pienso ceder – dije rotundamente.
- Tienes que hacerlo – me dijo Shane con voz ronca.
- No, prefiero arriesgarme a la maldición o a la muerte – contesté convencida.
- Moriría la gente de tu alrededor, y tú no podrías soportarlo como banshee, sabes lo que sucedería con la tortura… - su voz se quebró y no pudo continuar.
- Pero yo te quiero a ti, ¿Cómo voy a estar con otra persona que no seas tú? ¿No voy a enloquecer igual? – pregunté mientras alargaba mi mano para tocarle. Shane se deshizo de mi agarre y se sentó frente a mí en la cama de Evan.
- No voy a arriesgarme a morir o a ser torturado para que tú te transformes – hizo una pausa y continuó mientras se pasaba la mano por su pelo – están detrás de mí, si te niegas me cogerán y me matarán – algo me decía que Shane no tenía miedo a esa tortura o a esa muerte, Shane tenía miedo a que me transformara en una furia por su causa.


¿Dónde nos deja esto? – pregunté angustiada, sabía que se iba a alejar de mí, lo sentía y también sabía que no podía hacer nada al respecto.
- Tenemos que dejar de vernos, tienes que estar con Evan, tienes que cumplir tu parte del trato y ganar tiempo, si te rindes ahora todo habrá terminado, pero si cumples el trato y después vencemos a la Dama Negra, podrás recuperar tu libertad – me dijo muy poco convencido.
- No pienso rendirme, te quiero a ti, no a Evan y no pienso dejarme pisar – dije ahogadamente, sabía que no tenía ninguna razón, ningún sentido, porque no me quedaba ninguna opción.
- Solo te librarías de la maldición si Evan quiere perdonar a tu madre la promesa, pero eso no va a suceder, a Evan le obliga la corte a mantenerse firme. Si te niegas a cumplir esa promesa, tu descendencia será corrompida con la maldición y ellos tendrán un buen motivo para cogernos a mí y a tus más allegados y torturarnos, es la forma más rápida de convertirte en furia, no les des lo que quieren – dijo mientras ponía sus manos sobre su cara. A Shane le estaba resultando muy difícil decirme esto.
- ¡Escapémonos! – grité mientras mis ojos se llenaban de lágrimas.
- No podemos, no voy a arriesgarme a que me torturen, yo tengo una vida preciosa con la que seguir adelante y no la voy a tirar por la borda, te quiero, pero no lo suficiente para pasar por todo esto, olvídate de mi y haz lo que es mejor para todos, cumple la promesa y destruye a la Dama Negra – sus palabras me dejaron helada, no supe qué contestar, no me quería lo
suficiente, lo había dicho él y yo no podía luchar contra eso, si una rotura de corazón se pudiera escuchar, ahora mismo la habitación estaría cayéndose a pedazos, las punzadas en mi pecho y mi estómago fueron dolorosas, y mis lágrimas no dejaban de correr por mis mejillas, no podía encontrar sus ojos, tenía la cara tapada con sus manos, pero ya no quería mirarle, me sentía más traicionada si cabe, la única persona que pensaba que realmente me quería y que lucharía por mí, se acababa de derrumbar. Cobarde, era la única palabra que me venía a la mente para describir a Shane Darkness.
- Márchate – le dije en un susurro.
- Está bien – dijo mientras se levantaba y se dirigía a la puerta. No encontró mis ojos ni una sola vez antes de marcharse. Cobarde.
Me quedé sentada en la cama durante un rato, le di mil vueltas a todo y solo se me ocurrió una solución para mi problema, matar a la Dama Negra y obligar a Evan a perdonarle la promesa a mi madre. Hace unos meses pensaba que convertirme en furia no era una opción aceptable, pero ahora comenzaba a sopesar la idea, sería poderosa y casi invencible, podría tener lo que quisiese y podría destruir a la Dama con mucha más facilidad. No sé en qué momento entre mis pensamientos y mis sollozos apareció Miguel en mi dormitorio.
Cuando alcé la cabeza pude verle, ya no vestía como un viejo decrépito, llevaba una túnica azul y me sonreía con cariño. No lo pensé, solo actué y me lancé a sus brazos a llorar, él me reconfortó como un padre y como un amigo.
- Mi pequeña… lo siento tanto – dijo cuando dejé de sollozar y enfrenté sus ojos también húmedos.

Yo-yo no sé qué hacer – tartamudeé.
- No puedo decirte lo que debes o no hacer, pero puedo orientarte – hizo una pausa sopesando las opciones y luego prosiguió – quedan dos meses para tu cumpleaños, así que deberías olvidarte de la promesa por el momento, debes encontrar los portales de Esteno y destruirlos antes de que sea demasiado tarde, debes entrenarte, debes controlar tus poderes y ampliarlos, pero nunca como una furia, eso sería nuestro fin. Por último tienes que matar a Esteno.
- No soy feliz y mi propio dolor me debilita – dije sinceramente – ¿Cómo voy a poder hacer todo eso? – le pregunté.
- Lo sé y ese en uno de tus puntos débiles, Esteno lo sabe y por eso te ataca de esta manera, debes ser fuerte y pensar en algo que te haga feliz, piensa en la luz que podrás ver cuando todo esto termine, yo, como Arcángel, te libraré de la maldición de Oilind cuando hayas destruido a Esteno – sus palabras fueron como un chute de energía, y aunque ya no quería estar con Shane por su cobardía, por lo menos podría ser libre de estar con quien quisiera.
- Él no me quiere – dije sin pensar. Miguel rio mientras me volvía abrazar.
- ¿Estás segura? – preguntó, yo asentí con la cabeza y él me abrazó fuerte.
- Si tuvieras tantos años como yo, no juzgarías los sentimientos de las personas tan rápido, piénsalo, tú quizás tampoco le
quieras lo suficiente, ¿no te resultaría egoísta marcharte con él y dejar que otras personas paguen las consecuencias? ¿No sería egoísta que le pidieras que quedara maldito por estar contigo? o ¿que se expusiera a una muerte dolorosa y lenta por ti? – vaya, visto así me di cuenta que mi comportamiento había sido muy egoísta, tenía razón en no arriesgarse, además había sido mejor para mí darme cuenta de que no me amaba lo suficiente… ¿o quizás es que me amaba demasiado para arriesgarse a perderme o verme transformada? Mi cabeza estaba hecha un lio, pero tenía algo claro, me olvidaría de la promesa de Oilind antes de que me volviera loca y me debilitara, me ocuparía de ello cuando llegara el momento. Mi primera preocupación ahora eran los portales, ya había perdido mucho tiempo y tenía que ponerme manos a la obra.
- Tienes razón, lo primero que voy a hacer es localizar esos portales y destruirlos – le dije mientras me ponía de pie con energías renovadas.
- En eso puedo ayudarte, aquí tienes el portal que había en SubMundo – dijo mientras me entregaba una pequeña estatuilla de él mismo. Le miré atontada y con los ojos como platos, él se rió divertido.
- Bueno, la directora Black es una vieja conocida y me rezó para que viniera a verte, levantó las protecciones y pude entrar en la escuela, mientras dormías tuve tiempo de registrar el instituto y la encontré – yo tomé en mi mano la pequeña figura y sentí de pronto un estremecimiento seguido por varios flases de imágenes en mi cabeza. Vi a Miguel encontrando la figura y entregándomela, después me vi a mi misma enseñándosela a Kaly, Evan y Shane.


- ¿Qué ha sido eso? – pregunté sorprendida, había visto el pasado inmediato, el presente y el futuro de la estatua.
- La psicometría es un don muy particular, solo lo poseen las banshees, puedes ver el pasado, el presente y futuro de un objeto, es una buena guía – me dijo mientras se desvanecía.
Miguel desapareció dejándome sola en mi dormitorio, la estatuilla desprendía una serie de vibraciones que me ponían los pelos de punta, no tenía tiempo que perder, tenía que avisar a Shane, Evan y Kaly y enseñarles la figura.
Algo en mi interior me dijo que no hacía falta que fuera a buscarlos, así que pensé en ellos y les llamé en mi mente, en poco más de dos minutos mis tres compañeros de batalla estaban atónitos en la puerta de mi habitación.
- ¿Cómo has hecho eso? – Preguntó Kaly mientras me abrazaba - ¿a qué huele? – dijo mientras arrugaba la nariz y bajaba la cabeza hacia la figura, en ese momento se la acerqué a la cara y ella echó un paso atrás, les miré fijamente a los tres y vi que se acababa de cumplir mi visión.
- ¿La hueles? – pregunté divertida a Kaly.
- Si, huele a miedo – dijo asustada - ¿Qué demonios es? – preguntó al ver que Evan y Shane miraban la figura con incredulidad.
- Que te lo explique Evan – le contesté a Kaly. Me dolía estar cerca de Shane pero tenía que cerrar mis sentimientos, no podía desconcentrarme y decidí centrarme solo en esto, lo demás ya lo iría arreglando sobre la marcha. Evan estaba explicándole
detenidamente a Kaly lo de los portales de la Dama, cuando terminó, yo me apresuré a preguntarla.
- ¿Nos vas a ayudar? Nos vendría muy bien alguien capaz de oler las figuras – sabía que Kaly no se iba a negar a una excursión peligrosa y divertida (al menos para ella) fuera del instituto.
- ¿Estás de broma? ¡Pues claro que me apunto! – dijo con entusiasmo.
- Voy a necesitar armas – le dije a Evan, sabía que él era el único que podría conseguir lo que necesitaba – balas de cobre y de plata, necesitaremos también un piso franco, quiero salir del instituto lo antes posible – nadie dijo nada, los tres me miraron aturdidos y muy sorprendidos.
- ¿Dónde encontraste la figura? – preguntó Shane.
- Me la trajo un viejo amigo, Evan, ¿puedes conseguirme lo que te he pedido? – espeté con rapidez para evitar más preguntas sobre el Avatar.
- Si, ¿para cuándo lo necesitas? – preguntó todavía algo confundido, sabía que mi manera de comportarme era extraña en estas circunstancias, así que lo aclaré con rapidez para evitar preguntas.
- Como sabéis, cuanto más sufro, más me debilito y más posibilidades tengo de que la bestia que hay en mí me gane la partida. Con respecto a la promesa – dije mirando a los ojos azules de Evan – me encargaré de ello cuando llegue el momento, pero ahora mismo no soy de nadie – luego miré a
Shane – nosotros tendremos que hablar algunas cosas, pero tampoco es problema ahora mismo, mi misión principal es destruir estas estatuas – expliqué mientras alzaba la mano para enseñar la figura del Avatar - ¿estáis de acuerdo conmigo? – pregunté.
- Sí – contestaron los tres ya más relajados.
- Perfecto, Evan, consigue lo que te he pedido, Kaly, necesito que hagas acopio de alimentos, mucha sangre para vosotros y comida para mí, algo así como para una semana – les ordené educadamente, Kaly y Evan salieron de mi dormitorio y Shane y yo nos quedamos solos.
- ¿Estás bien? – me preguntó preocupado.
- Sí, pero no vuelvas a hacerme esa pregunta – le rogué mientras sentía un ramalazo de debilidad en mi estomago.
- Muy bien, ¿Qué quieres que haga yo? – preguntó.
- Las maletas – le contesté mientras me giraba para poder hundirme en sus ojos verdes.
- Muy bien – dijo, pero no se movió, siguió parado frente a mí atrapando mi mirada, no pude evitarlo y me lancé a sus brazos y a sus labios. Shane me recogió con fiereza y me apretó fuerte contra su pecho mientras profundizaba con desesperación en nuestro beso.
- No deberíamos… - jadeó Shane, le detuve con otro beso mientras le acariciaba la espalda y él se dejó llevar otra vez.


- Es nuestro beso de despedida – me justifiqué – ya no habrá ninguno más – dije mientras le seguía besando con pasión y él asentía hechizado.
- Vale… pero…- no le dejé decir nada más y le di el verdadero último beso. Cuando me separé pude ver que sus ojos, como los míos estaban húmedos. No me dejé caer y me mantuve firme para evitar debilitarme.
-. Bueno, es la última vez que lo hago, te lo prometo – le dije algo avergonzada.
-. No hay… – se quebró, luego aclaró su garganta y prosiguió todavía con voz ronca – ningún problema.
Desde aquel momento todo comenzó a suceder con una rapidez asombrosa, Evan y Kaly ya habían hecho su parte y estaban junto con Shane haciendo las maletas para marcharnos, yo aproveché para ir a ver a la directora y pedirle lo único que me faltaba.
No me entretuve mucho con ella, le pedí que me mandara a un vampiro de confianza que fuera capaz de controlar el fuego, necesitaba a alguien así para fulminar las estatuillas lo antes posible. La directora me aseguró que pronto me mandaría al piso franco a alguien que cumpliera esas características y un coche rápido.
Hice con rapidez las maletas y me reuní con el resto en el dormitorio de Shane, allí había cuatro maletas de ropa y otras cuatro con alimentos y bolsas de sangre.
No sabía ni cómo ni por qué pero cuando saqué de mi bolsillo las runas doradas de Miguel supe exactamente como tenía que utilizarlas, pedí a Evan la dirección del piso y abrí un portal directo.


En menos de dos horas y media ya estábamos en el piso. Tenía tres habitaciones con dos camas cada una, una cocina bastante amplia con un frigorífico lo suficientemente grande como para guardar el doble de provisiones de sangre de las que Kaly había traído.
El piso estaba en una pequeña ciudad llamada Nerilad, donde, según la directora, pasaríamos desapercibidos.
Después de asentarnos en las habitaciones, Kaly y yo íbamos a compartir una, los cuatro nos sentamos en los sofás del salón mientras Evan sacaba todas las armas que había conseguido.
-. Bueno, aquí tengo algunas pistolas, tendré que enseñaros un poco como se usan- dijo mientras terminaba de colocar la munición sobre la mesa del salón. Me acerqué más a las armas y cogí una Sig-Sauer p220 de 9mm parabellum y la cargué con su cargador correspondiente, haciendo alarde de mi conocimiento sobre armamento.
-. Yo me quedo con la Sig-Sauer de 9mm, prefiero las semiautomáticas – dije dejando a todos mis compañeros boquiabiertos - ¿Qué pasa? – Pregunté mientras me reía – mi mejor amigo era un chico y siempre nos gustaron las armas – me justifiqué un poco avergonzada.
-. Estás llena de sorpresas – dijo Kaly, que se reía y negaba con la cabeza – yo no tengo ni idea de armas, ¿Cuál puedo llevar yo? – me preguntó. Revisé todas las armas y machetes y decidí que lo mejor para mi dulce amiga era una Glok 18.
-. Esta es la mejor para ti, es una Glock 18, es totalmente automática – cargué la pistola con el cargador adecuado y se la entregué – solo tienes que apuntar a la cabeza o al corazón y disparar, no es difícil.


-. He traído balas de plata para los vampiros y de cobre para los ibliseri y los cambiaformas – dijo Evan mientras sonreía impresionado.
-. Muy bien, yo quiero esa – dijo Shane señalando una Colt M1911.
-. Esa es perfecta para ti – dije sonriendo – es una Colt semiautomática, ¿te explico cómo se usa? – Shane asintió avergonzado por su poco conocimiento en armas – lo primero que tienes que hacer es insertar el cargador con las balas – le fui explicando mientras le iba haciendo la demostración – luego retraes la corredera hasta insertar un cartucho en la recámara y a la vez estas amartillando la pistola, o lo que es lo mismo, el percutor ya está listo sobre el diente de escape – amartillé el arma para que lo viera – después realizas el disparo y ya no hace falta que vuelvas a amartillar el arma, verás como el casquillo sale disparado de la pistola cuando hace el retroceso y después ya puedes disparar todo el cargador – dicho esto, desmonté el arma y saqué la bala de la recámara para entregársela descargada.
-. Evan, ¿Cuál va a ser tu arma? – pregunté imaginándome que el M16 que estaba en la mesa iba a ser el elegido. Evan me sonrió y me señaló el fusil de asalto, este tío sabía lo que se estaba haciendo.
Después de recoger algunas armas sobrantes de la mesa y guardarlas en una maleta bajo mi cama, fuimos a la cocina para cenar. Kaly y Evan ya habían puesto la mesa y me habían preparado un plato de verduras salteadas con ternera.


-. ¿Quién me ha hecho la cena? – pregunté gratamente sorprendida mientras degustaba las verduras, estaba riquísimo, así que descarte a Kaly, que tenía pinta de ser un desastre en la cocina.
-. Yo, ¿te gusta? – preguntó Evan. Todavía estaba algo extraño, entre avergonzado y triste por todo lo que se nos venía encima, pero también sentía esperanza y ansias de estar a mi lado y me asustó la reacción de mi cuerpo, me acobardó poder llegar a quererle lo suficiente como para tener dudas acerca de mi amor por Shane. El tenía presente que estaba muy enamorada, pero no perdía la esperanza y yo sabía que no se rendiría. Me asustaban mucho sus sentimientos, no solo porque yo también sentía algo de cariño y atracción hacia él, sino también porque podía ver la sinceridad de esas emociones tan profundas, él estaba enamorado y, como yo, no desistiríamos en nuestro propósito de estar con la persona amada, el problema era que uno de los dos tenía que perder en este juego, era imposible que ambos ganásemos.
-. Sí, está muy rico, gracias – dije educadamente, Shane y Evan no se hablaban, no me había dado cuenta hasta que nos pusimos a cenar, tenía que hacer algo al respecto, esto iba a ser una unidad de combate, teníamos que estar juntos y unidos, si no todo se iría a la mierda.
Después de la cena nos sentamos todos en los sofás, procuré no ponerme cerca de ninguno de los dos chicos y me quedé entre Kaly y la pared.
-. Chicos, no podéis seguir así, tenéis que hablar o por lo menos ser cordiales, no os pido que seáis los mejores amigos, pero en estos momentos tenemos que estar unidos – dije del tirón – yo soy la que peor parte lleva en todo esto y estoy haciendo un gran
esfuerzo para dejarlo atrás y olvidarme, sigamos como antes de saber lo de la promesa de mi madre, al menos por el momento, ya tendremos tiempo de preocuparnos después, ni siquiera sabemos si saldremos vivos de esta – aclaré finalmente.
-. Claro que saldremos vivos – dijo Evan frunciendo el ceño – no voy a dejar que os ocurra nada a ninguno.
-. Por mí no te preocupes – escupió Shane.
-. A esto me refiero, esto os desconcentra y necesito teneros al cien por cien – dije solemne. Shane me lanzó una pícara sonrisa y no pude evitar sonreír al darme cuenta de por dónde iban sus pensamientos.
-. Los hombres siempre pensando en lo mismo – saltó Kaly antes de poder hacerlo yo.
Por fin los cuatro nos echamos unas risas mientras veíamos la tele y hacíamos algunas bromas, cada momento que pasábamos así, recuperaba energías y fuerza, notaba cómo la sensación de vacío que ocupaba mi pecho se tapaba con una fina tela de seda que evitaba que mis sentimientos oscuros salieran a la superficie y me debilitaran.

FanArts !!!!

Hola queridos lectores, voy hacer una sección de dibujos, me gustaría crear un escudo o logotipo de la escuela Submundo, uno para cada casa.
  • Erebo´s Hause
  • Gaya´s Hause
  • Éter´s Hause

Me gustaría mucho que me mandarais vuestros dibujos, pueden ser por ordenador o dibujados a mano, aunque los preferiría por ordenador porque con el que mas me guste voy a hacer camisetas con el logotipo del instituto. LAS IMAGENES TIENEN QUE TENER UN TAMAÑO GRANDE.

Los colores de las camisetas son obvios: las de las hadas serán blancas o amarillas, las de los vampiros negras y las de los cambiaformas verdes. No creo que las pueda poner a la venta, aunque ya me informaré si puedo hacerlo o no, pero si que me gustaría hacer tres para colgar las fotos en el blog.

Muchos saludos

jueves, 20 de agosto de 2009

Skip Beat!


Como muchas de vosotras sabéis me he enganchado a la serie manga skip beat!, es genial y toy como loca con ella jajajaja.
Es un manga y una serie de Tv, yo ya he leído la mitad del manga y he visto la serie (series yonkis).

Os aconsejo que la echéis un vistazo, yo me he registrado en este foro :
http://last-heaven-fansub.foroactivo.com/ donde traducen los capítulos a una velocidad asombrosa y donde he empezado a escribir un fansub de la serie.


Para los fans de esta serie y para los futuros fans os insto a leer esta super historia que os dejara tan enganchados como a mi:


Aquí tenéis la reseña:


Wikipedia

Skip Beat! es una comedia romántica cuya protagonista es Kyoko Mogami, una jovencita de 16 años que se escapa de su casa junto a su mejor amigo Shōtaro Fuwa, para que éste consiga adentrarse en el mundo del espectáculo como cantante. Mientras Shō consigue sus primeros trabajos y va poco a poco haciéndose importante, Kyoko trabaja arduamente para mantener la comida y la renta. Pero todo esto se acaba cuando por "casualidad" Kyoko escucha a Shou diciéndole a su manager que en realidad solo la considera su sirvienta.


Kyoko mas furiosa que triste decide vengarse de Shō, pero para ello deberá entrar en el mundo del espectáculo, algo difícil porque no posee "ningún talento" en especial, aunque es increíblemente hábil en cuestiones manuales, decidida hasta la medula y muy audaz para salir de problemas, pero también bastante distraída en otras cuestiones. A pesar de ello, Kyoko decide intentarlo en la empresa de nombre LME donde trabaja la persona que más odia Shou, Ren Tsuruga.


Sin embargo en LME no logra hacer su debut rápido y fácil, en lugar de eso asignada al departamento "Love Me" (Ámame), debido después de su historia con Sho ha perdido una emoción muy importante: "el amor". Kyoko es al principio la primera y única integrante de este departamento, cuyo uniforme es un llamativo pants de una sola pieza rosa, con el logotipo "Love Me" en la espalda y de enfrente de su chaqueta.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Capitulo Siete

Cuando abrí los ojos pude sentir cómo la pequeña nube borrosa que los inundaba se evaporaba, lo primero que vi fue la cara de Shane y sus preciosos ojos verdes, por el aspecto de la habitación podían intuir que estaba en la enfermería, de pronto todos los acontecimientos volvieron a mi cabeza como un torrente alocado de imágenes.

- ¿Cómo esta Adam? – pregunté.
- Bien cariño, ¿Cómo estas tu? – cariño, sonaba tan dulce y sincero que hizo que me estremeciera.
- Bien, algo desorientada, ¿Cuánto tiempo he estado así? – pregunté mientras me incorporaba con la ayuda de Shane.
- Casi veinticuatro horas – contestó.
- Cuéntame todo lo que ha pasado – le dije mientras me quedaba sentada en la camilla frente a él.
- Mejor vamos a tu cuarto y hablamos por el camino – dijo mientras me cogía en brazos y me dejaba de pie sobre el suelo.

Caminé hacia la casa de Érebo mientras Shane me contaba lo poco que había pasado después de mi desmayo. Robert había sido el causante de las muertes de Lucía Reyes y Mark Guepard, Jake se había visto involucrado en todo como cómplice, aunque el pobre chico no sabía que Robert se la estaba jugando, Jake había sido quien me había puesto la belladona en la bebida y quien la había conseguido con su don, Jake podía atravesar la materia, como un fantasma, como lo hice yo cuando me proyecté astralmente.

- Jake no sabía para qué quería Robert que nos espiara – dijo Shane mientras seguíamos caminando – y le pidió que entrara a por la planta de belladona porque quería hacer algunos experimentos – Shane me miró y sonrió incrédulo – ese chico es un estúpido, le estuvo utilizando y él no se dio cuenta.

- La verdad es que me resulta extraño, ¿Cómo supuso Robert o Jake que tu tenías la piedra? – pregunté.

- Robert tenía el don de la clarividencia, según Jake me había visto utilizarla en una visión, cuando Robert te tocó en la cena averiguó que teníamos planeado darle el cambiazo y fue a atacar a Evan, le atacó mientras él estaba transformado y no pudo defenderse, cuando se escapó para pedirnos ayuda, Robert fue tras Adam, sabía que era amigo tuyo y le atacó para vengarse – contestó Shane mientras movía la cabeza de un lado a otro apenado.

- ¿Y cómo supuso que la tenía yo? – pregunté de nuevo.
- Eso es un misterio, Jake no sabe nada o no nos lo quiere decir – Shane pasó un brazo por encima de mis hombros. No me había dado cuenta de que estaba temblando hasta que su calor me inundó como un gran fuego – Evan está intentando averiguarlo – ¡Oh Dios mío! me había olvidado de Evan.

- ¿Cómo está Evan? ¿Se recuperó bien? – pregunté sintiéndome como una mala amiga y una bruja desagradecida, aunque él fuera un traidor.

- Está perfectamente, se está preparando para la fiesta de bienvenida de los cambiaformas nuevos – me dijo Shane sombrío, sabía que no le gustaba nada que preguntara por Evan, pero tendría que fastidiarse.

- ¿Es hoy? – había quedado con Adam en asistir al encuentro, pero también era el día que tenía que hablar con mi madre, ella ya debería estar en SubMundo.

- Si, Adam te esperará en el salón de la casa de Gaya – otra vez su tono de voz fue hostil y frio.

- No me apetece mucho ir, pero tengo que ir a ver a mi madre… - no me dejó terminar la frase.

- ¿Tu madre? – Uy, había olvidado comentárselo.

- Sí, ha venido para hablar conmigo de algo importante, se supone que ya tendría que estar aquí, vendría en el mismo viaje que los cambiaformas nuevos.

- ¿Qué pasa Shane? ¿Qué te preocupa? – le espeté parándome y girándome para enfrentar su rostro, se había detenido y me miraba alarmado.

- Los padres nunca vuelven a SubMundo, tiene que ser algo realmente importante y que te incumba mucho para que la dejaran venir – me dijo pensativo y algo asustado.

- No estoy muy segura de por qué estas asustado, pero no hay de qué preocuparse, todo está bien, creo que mi madre viene a hablarme de su divorcio o algo por el estilo – le dije volviendo a caminar en dirección a la casa.

Shane me abrazó y caminamos juntos y en silencio el poco espacio que nos quedaba por recorrer. Kaly vino a la puerta a saludarme, me dio lástima que no consiguiera hacer ningún amigo decente, después de lo que había pasado el semestre pasado con Hugo, la pobre había hecho amistad con un asesino en serie y un pelele.

- ¿Cómo estás? – preguntó mientras me apartaba de los brazos de Shane y me enterraba en un fuerte abrazo.

- Bien si me dejaras respirar – le dije jadeante - ¿Cómo estas tú? – pregunté cogiéndole las manos.

- Acostumbrada – dijo sin mirarme a los ojos.

- Tú no tienes la culpa de nada – le dije sinceramente.

- Deberías alejarte de mí, estar cerca de mí no te trae más que problemas y problemas… yo… - la interrumpí enérgicamente.

- Ni se te ocurra disculparte – le dije con voz firme – no tienes la culpa de nada y a partir de ahora vamos a necesitarte más que nunca – ella me miró asombrada – ya le diré a Evan que te lo explique, pero vamos a necesitar tu increíble olfato para localizar unas cosas importantes – le aclaré guiñándola un ojo.

- A sus órdenes mi capitán – dijo saludándome como un marine.

Después de echarnos unas risas y de cenar los tres juntos, Evan entró en el salón con gesto solemne. Se acercó a nuestra mesa y se sentó frente a mí. Llevaba puesto un pantalón negro y una americana color chocolate, estaba muy arreglado, pensé que sería para la fiesta de los cambiaformas, pero como siempre, me equivocaba.

- Dawn, ¿Cómo estás? – preguntó.
- Bien, ¿Cómo te encuentras tú? – pregunté con verdadera preocupación.
- Estoy genial gracias a tu sangre – dijo mientras lanzaba una mirada arrogante a Shane – la directora te necesita en su despacho – me dijo volviendo a ponerse serio.

- Muy bien – me levanté para marchar y esperé a que Evan viniese conmigo.

- Yo no voy, tienes que ir tu sola, luego nos vemos – me dijo mientras se servía una copa de sangre y me daba una mirada de ánimo. Miré a Shane que parecía estar igual de perplejo que yo.

- Nos vemos chicos – me despedí de ellos y antes de andar dos pasos más una extraña sensación hizo que me detuviera, me di la vuelta en dirección a Shane y lo besé.
El beso nos calentó demasiado y los ruiditos de Kaly nos obligaron a separarnos, no sabía cómo ni por qué, pero sus besos era una inyección de vida y felicidad en mi corazón. Shane me sonrió y besó mi frente antes de soltarme.

Una vez llegué al despacho de la directora Black mis piernas comenzaron a temblar sin ningún motivo, llamé suavemente a la puerta y esta se abrió sola.
Sentada en uno de los sofás estaba mi madre, tan bonita como siempre, con ese pelo rubio tan largo y esos ojos como el sol que me miraban… ¿asustados?
Sacudí mi cabeza para romper con esa ilusión, mi madre no podía estar asustada de mí, eso no tenía ningún sentido.

- ¿Mamá? – pregunté indecisa en la puerta.
- Pase Señorita. Summer - dijo la directora, que estaba sentada detrás de su gran mesa.

Hice caso y pasé, me senté al lado de mi madre y ella me abrazó con fuerza, me había imaginado lo del miedo, había sido una mala jugada de mi imaginación. Después de los besos y los saludos la directora Black se levantó y se dirigió a la puerta.

- Su madre tiene que hablar algunas cosas importantes con usted, les dejaré privacidad – dicho esto salió de la estancia con mucha clase e increíblemente silenciosa.

- ¿Qué pasa mamá? – pregunté mientras me ladeaba para mirarla bien a la cara.

- Hay algo que debo contarte, debería habértelo dicho hace tiempo, pero no sabía cómo hacerlo… - vale, ahora empezaba a asustarme.

- No pasa nada, cuéntamelo ahora – le dije para que empezara cuanto antes.

- Bueno, quiero contarte la historia desde el principio, prométeme que no me interrumpirás, diga lo que diga – rogó mi madre.

- Lo prometo – dije sin pensar.

- Está bien – dijo mientras tomaba aire y comenzaba su relato – hace mucho tiempo, ciento dos años para ser exactos, unos hombres humanos me secuestraron en el Amazonas, yo estaba allí pasando un mes de mis vacaciones con unas primas lejanas. Un día fui sola por la selva, me encantaba caminar por la noche entre la espesura de las plantas y de los árboles, no recuerdo mucho del secuestro, solo sé que me dispararon un dardo y caí dormida en el suelo, cuando me desperté estaba metida en una jaula junto con algunos animales, pensé que eran cazadores furtivos y que me querían como trofeo, yo no había podido ocultar mis dövmes mientras estaba dormida – dijo acariciando el mío - así que supieron que no era humana, luego me di cuenta de que la mayoría de los animales que estaban en las jaulas eran cambiaformas y empecé a aterrarme.
Después de unas horas, al amanecer un hombre vino a verme y me hizo millones de preguntas sobre mi condición sobrenatural, esos tipos estaban familiarizados con nuestro mundo y nos buscaban y cazaban como a los conejos, estuve cuatro días en la jaula, solo me sacaban de allí después de drogarme para violarme, no podía utilizar mis poderes ni podía defenderme físicamente así que decidí que lo mejor era dejarme morir de inanición para terminar con el suplicio.
Una noche mientras los cazadores estaban dormidos un vampiro vino a visitarme, no pudo abrir ninguna de las jaulas que nos retenían porque estaban hechas con plata, entonces por más que le rogué que se quedara y que los amenazara para que abrieran las jaulas él se marcho antes del amanecer.
Ese día la mayoría de los cambiaformas murieron decapitados y los cazadores estuvieron discutiendo todo el día sobre lo que debían o podían hacer conmigo.
Por la noche volvió el vampiro y le rogué que me sacara fuera como fuera, el dijo que solo había una manera, hacer una promesa Oilind, sabía que ese tipo de promesas eran peligrosas, sabía que el vampiro solo sería capaz de tocar la plata si prometía hacerlo con esa promesa y sin pensarlo mucho le dije que aceptaba, pero él no lo dejo así, una promesa es algo mutuo, yo debía prometerle algo a cambio, algo que fuera doloroso y que me costara mucho aceptarlo, si no la promesa Oilind no funcionaría, así que… le prometí entregarle como esposa a mi primera hija cuando cumpliera diecinueve años y después de eso sellamos el contrato, él me ayudó a salir de allí y me llevó a casa de mis primas, yo me recuperé y con el paso de los años me fui olvidando de ello.
El día que naciste él se presentó en nuestra casa para recordarme lo prometido, después de un tiempo él vino a verme y dijo que renegaba del contrato, que no quería arrastrar a una chica a ser su esposa si ella no quería, yo estuve muy feliz de que eso se acabara, pero cuando te convertiste en una banshee… el consejo vampiro nos obligo a mí y a él a cumplir con el contrato bajo pena de muerte y tortura para todos los que nos rodean, él se debatió todo lo que pudo, sabiendo como sabemos que el consejo está corrupto no tuvo la menor oportunidad para evitarlo.
Tu directora cree que es un complot, un plan para que te conviertas en una furia, si decides ceder y cumplir la promesa Oilind, serás infeliz y tarde o temprano caerás, si no la cumples todo será más rápido y torturarán y matarán a todos tus seres queridos, haciendo así que la transformación sea mucho antes.
Sé que me odiaras por esto, pero quiero que sepas que jamás lo hice para hacerte daño, que estaba desesperada y prometí lo primero que se me vino a la cabeza, lo único que sabía que realmente haría que la promesa fuera lo suficientemente fuerte como para que me pudiera sacar de la jaula.

Acababa de recibir un mazazo en la cabeza, me sentía mareada, desorientada y enfadada, muy enfadada, no solo con mi madre, sino con el consejo y con el maldito vampiro que la salvó, está bien que antes hubiera renunciado a tenerme, quizás no fuera su tipo, pero esto era surrealista.

- ¿Qué se supone que debo hacer? – pregunté intentado mantener mi voz lo más controlada posible y luchando con todas mis fuerzas para no arrancarle la cabeza a mi madre.

- Ser su esposa, no es un mal hombre, es guapo y sé que puede hacerte feliz, quizás cuando el consejo y todo esto de tu condición de banshee deje de ser el centro de atención podrás dejarle o divorciarte – me dijo mi madre con un hilo de voz. No se lo creía ni ella.

- Mamá, estoy enamorada, no puedo hacer eso, ¡no lo voy a hacer! – dije convencida y dejando salir en mi tono de voz la rabia y la ira qué me estaba inundando y debilitando.

- Es tu elección, pero tómala con paciencia y piensa muy bien lo que vas hacer, tienes dos meses hasta tu cumpleaños para saber que opción es la correcta – me dijo mi madre mientras me agarraba la mano. Me deshice de su agarre y me levanté, intentando reprimir la ira y las ganas de destrozar cosas, si dejaba salir mi rabia me debilitaría demasiado para discutir, y tenía que discutir, tenía que revelarme ante tan horrible situación.

- Por eso nunca acudí a ningún Altorai – dije mientras reflexionaba.

- Sí – contestó mi madre como si se lo hubiera preguntado a ella.

- No te he preguntado, solo intento darle sentido a algunas cosas – dije con voz neutra pero desagradable.

- Lo siento tanto – me dijo mi madre levantándose para ponerse a mi lado. La aparté de un empujón, algo de lo que no me enorgullezco, pero sabía que si me tocaba mi ira estallaría y no podía permitir que eso sucediera.

- ¿Cuándo voy a conocer a ese maldito vampiro? – le pregunté enfrentando sus ojos.

- Ya le conoces – contestó dejándome de piedra. En ese momento la puerta del despacho se abrió detrás de mí, sabía quien era, todas las cosas fueron encajando una a una en su lugar, la edad, el acercamiento y recordé sus palabras “ella es mía”. Me di la vuelta para enfrentarle. Evan Shadows estaba de pie bajo el marco de la puerta con mirada sombría y triste, la misma mirada de pena que había en su cara la última vez que nos besamos, cuando él sabía que quisiera o no iba a estar a su lado y no con Shane.

Un grito desgarrador salió de mi garganta, no utilice mi poder, no era un grito sónico, era un grito de dolor y ansiedad, toda la rabia y la ira que había en mi cuerpo salió a borbotones en forma de aullido, éste se intensificó de tal manera que pude ver a mi madre saliendo a prisa del despacho y a Evan tapándose con fuerza los oídos. Seguramente mi lamento se estaba escuchando en todo SubMundo, incluso hasta los humanos lo estarían escuchando, pero me dio igual, caí de rodillas y paré de chillar para poder llorar, no llegué muy lejos pues todo se volvió oscuro y tenebroso y las sombras me atraparon dejándome sumida en la inconsciencia y la paz.

lunes, 17 de agosto de 2009

Hola Gente !!!!


Se que os he tenido un poco abandonados, pero estoy trabajando en varios proyectos y es difícil estar al 100% pendiente del blog.
Lo primero que quiero comentaros es el incidente de la persona que se hizo pasar por mi en el cbox, no me gusta que nadie haga eso, aunque no formo demasiado barullo ni nada, me gustaria que no volviera a pasar, por que si no me vería obligada a quitar el cbox.

Lo segundo que me gustaría deciros, es que estoy trabajando en tres proyectos: submundo III, Bewaarder (que esta casi terminada) y pronto comenzare con una nueva historia. Informaros también que hay una chica que esta empezando a traducir submundo al portugués para que nuestros vecinos puedan seguir la historia, ya os iré comunicando noticias sobre ese tema.

Ultimamente me he enganchado mucho al manga, he estado volviendo a ver la familia crece y he descubierto serie nuevas que me gustaría recomendaros como por ejemplo : Skip beat (mi favorita) vampire knight, lovely complex y fruits basket.

Gracias a eso se me ha ocurrido una idea, me encantaría poder hacer un manga (novela gráfica) de submundo, pero aunque he intentado aprender a dibujar... bueno, no se me ha dado muy bien jajaja, si alguien es bueno haciendo eso, me encantaría que se pusiera en contacto conmigo.

Para la gente impaciente, os dejo aki escrito que los capítulos de submundo II se colgaran los viernes y los miércoles.

Estoy muy ansiosa por empezar con la nueva novela y seguir con submundo, los que habéis leído ya la segunda parte y me estáis enviando emails os informo desde aki, que el final no se va a cambiar y que gracias a eso, la tercera parte sera mas intensa y emocionante.

Por cierto, ya he subido a bubok submundo II en pdf, espero no arrepentirme y que quien lo descargue no lo cuelgue en internet, ya no solo por respeto, si no por amabilidad, ya que lo estoy subiendo sin cobrar un duro y con el único afán de lucro que me da el ver que os gusta y que sois fieles esperando los siguientes capítulos.

PD : LAS PERSONAS QUE ESTAIS ESPERANDO EL ENVIO DE MIS LIBROS, COMO LUUU, HANNA Y ALISHEA, NO OS PREOCUPEIS EL VIERNES POR FIN ME LLEGA EL ENVIO Y LA SEMANA QUE VIENE COMO MUCHO TARDAR OS LO ENVIO A CASA. BESOS Y PERDONAR LA TARDANZA.

domingo, 16 de agosto de 2009

Capitulo Seis

Ese día se suspendieron las dos clases de defensa que había programadas para después de comer, a esa hora iban a celebrarse los dos funerales en las distintas casas, no había ido nunca a un funeral vampiro y no sabía que debía hacer o llevar puesto para esa terrible situación, cuando terminaran las clases de alquimia y herbología volvería a reunirme con Kaly y se lo preguntaría. Kaly se había saltado también las dos primeras clases, Lucía y ella eran muy buenas amigas y había decidido quedarse en su cuarto llorando su pérdida.
En clase de herbología volví a ver a Shane y me senté detrás de él y de Lucas, su compañero de mesa.
Al cabo de varios minutos Moira y Even entraron en el aula sonriéndome con malicia, hoy no estaba Kaly para refrenar sus insultos y sus desprecios, me tendría que conformar con ignorarlas.


- Que lástima querida hermana que no fueras tu uno de los muertos – dijo Moira mientras se sentaba frente a Shane sin mirarle. Éste se sobresaltó por la palabras de Moira, no sé si al enterarse de que ella era mi hermanastra o por la dureza de las misma.

- Es una lástima que no pueda gritarte – le dije mientras abría mi libro de “Plantas para Principiantes”. Lucas se dio la vuelta.

- ¿Es tu hermana? – me preguntó atónito, Shane también se había girado y me miraba sorprendido, no había desvelado semejante secreto a nadie excepto a Kaly y a Adam.

- Para mi desgracia, esa imbécil es mi hermanastra – les dije señalando a Moira con un dedo. Even arrugó el ceño y miró expectante a Moira para animarla a contraatacar.

- ¿A que no sabes a quien vi en mis vacaciones de invierno? – preguntó Moira feliz.

- ¿Qué vacaciones? – pregunté arrugando la frente, se suponía que no podíamos salir de SubMundo.

- ¿No te lo dije? – Espetó Moira fingiendo sorpresa – estuve seis días de permiso en casa – me dijo regocijándose por mi ignorancia. ¿La habían dejado salir de SubMundo? antes de que preguntara en voz alta, Lucas puso en mi mente la información que necesitaba para no parecer una imbécil. Lucas, aparte de tener pijamas demasiado extravagantes, también tenía ese don tan particular, podía comunicarse contigo sin tener que hablar.
Por lo visto existe un permiso de seis días para salir del instituto en caso de que los padres del alumno lo requieran para asistir a un Altorai. Un Altorai es una especie de fiesta que se realiza para que las hadas y los aluxes (así es como se les denomina a los hombres) jóvenes se conozcan, esto solo se hace una vez cada cuatro años y sirve para que encuentren pareja y conozcan a la gente que vive en otras colonias, gracias a Dios yo me había librado de asistir.

- ¿Y qué? – le pregunté confundida, ella sabía que a mí esa clase de fiestas me daban náuseas, ¿Por qué creía que me iba a enfadar o ponerme celosa?

- Vi a Josh – me dijo la muy puta con una sonrisa triunfal en su cara, no la quise dar el gusto de que pensara que podía sorprenderme lo que me iba a decir, así que ataque yo primero.

- Ya sé que está saliendo con una chica ¿y qué? Yo le rechacé, él puede hacer lo que quiera con su vida – dije. Moira no esperaba que yo lo supiera y se dio la vuelta enfadada para centrarse en su propio libro. Pude escuchar a Even susurrarle a Moira “¿por qué no le has dicho lo otro?” - Y esta contestó – “todavía no, en otro momento” eso sí que me preocupó, cuando Moira se guardaba algo “para otro momento”, era solo y exclusivamente porque quería soltarlo en el instante más indicado, eso solo significaba que lo diría en el momento en el que más daño te pudiera hacer.
La profesora Lawn entró en el aula y todos nos pusimos a trabajar con unas plantas que nos fue entregando.
La clase se me hizo realmente pesada hasta que llegamos a un tema que despertó mucho mi interés.
La profesora comenzó hablar sobre la planta de belladona y yo la busqué corriendo en mi libro. Había escuchado hablar sobre lo venenosa que podía llegar a ser esta planta, y algo extraño dentro de mí me decía que había sido con eso con lo que me habían drogado la noche de mi secuestro.
La belladona, de nombre científico, Atropa belladonna, es un arbusto resistente perenne, miembro de la familia Solanaceae. Es nativa de Europa, norte de África, y oeste de Asia, y se puede encontrar naturalizada en partes de Norteamérica.
Al igual que las Daturas o la Mandrágora. Estas plantas han sido objeto de creencias, leyendas y fábulas de todo tipo. Fue utilizada en el antiguo Egipto como narcótico, luego por los sirios para "alejar los pensamientos tristes", pero se difunde su uso en secreto por las brujas de la Edad Media.
Sus alcaloides, la convierten en una planta venenosa, capaz de provocar estados de coma o muerte en seres humanos y sobrenaturales. En dosis tóxicas provoca cuadros de delirio y alucinatorios en los humanos y los cambiaformas, sobre las hadas provoca una larga pérdida de conciencia y que sus poderes actúen por voluntad propia. Es mortal para los vampiros aunque sea administrada en bajas dosis, el único antídoto que puede contrarrestar sus efectos es la piedra Suböt o el elixir de la vida.
Estaba segura de que habían utilizado esa planta conmigo, así que la persona que lo había hecho sabía algo de herbología y tenía acceso a las plantas, no lo pensé dos veces y levanté la mano para preguntar sutilmente a la profesora Lawn.

- ¿Si Srta. Summer? – dijo mientras levantaba la vista del libro.

- Solo quería saber si tenía usted algún ejemplar de esta planta para poder verlo – dije con mi mejor sonrisa de chica buena.

- Hay solo dos ejemplares en SubMundo pero están bajo llave, son unas plantas muy peligrosas Srta. Summer ¿Por qué esta tan interesada? – me preguntó. Shane se dio la vuelta para mirarme y pude ver por su expresión que se acababa de dar cuenta del porqué de mi interés en saber si había belladona en el instituto.

- Solo pensé que quizás usted podría enseñarnos la planta, pero si no puede no pasa nada – dije.

- Algún día antes de que finalice el curso la traeré para que la veáis – dijo muy contenta por mi repentino interés en la botánica. En realidad lo que me había dicho era suficiente para que pudiera descartar como sospechosos a la mayoría de los estudiantes, si estaban guardadas bajo llave, quien las obtuvo solo podría ser alguien con un don que le permitiera entrar y salir sin ser visto y sin forzar la cerradura o alguien con autorización y llave, Evan encajaba totalmente en el perfil, además había tenido acceso a mi vaso en la fiesta.
La clase continuó con el aburrido monólogo de la profesora mientras todos rezábamos en silencio para que terminara ya la maldita hora de plantitas y raíces que no sirven para nada. Podrían hacerla más interesante trayendo las plantas más mortíferas y dándoselas a probar a Moira, pero por desgracia mis sueños no suelen cumplirse.
Después de salir de clase, Lucas y Shane me acompañaron por el campus hacia la casa de Érebo. Evan nos interceptó a mitad de camino, se acercó a nosotros y después de saludar a los dos chicos con la cabeza se situó a mi lado y me pasó el brazo por encima de los hombros, un extraño estremecimiento me recorrió el cuerpo al recordar que probablemente había sido él quien me había drogado, aunque tenía que tener un cómplice, pues estaba segura de que quien me había llevado al mugriento zulo no había sido él, realmente todos los que estaban ese día conmigo son sospechosos de haber metido el veneno en mi copa. Deje de darle vueltas a eso, me iba a provocar un terrible dolor de cabeza.


- La directora requiere tu presencia – me dijo Evan con una sonrisa tranquilizadora – esta noche debes hacer algo más de lo que tienes pensado. También quiere verte a ti – dijo mirando a Shane.

- ¿Qué? – pregunté si tener ni idea de a lo que se refería, esa noche tendría que coger al malnacido que me quería robar la piedra, pero me daba la impresión de que no era eso lo que tenía en mente.

- Vamos, te acompañaré – dicho eso Shane y yo nos despedimos de Lucas y nos marchamos con Evan, que todavía estaba agarrándome por los hombros, de reojo pude ver que Shane se revolvía cada vez más nervioso, rápidamente y con disimulo salí de entre sus brazos y caminé unos metros por delante de ellos.
Una vez llegamos al despacho, la directora Black nos esperaba sentada frente a su bonita mesa de madera, su preciosa melena dorada estaba atada con un moño muy moderno en la parte alta de su cabeza y vestía un traje de chaqueta rojo realmente cool que le daba un aire de ejecutiva muy sexy.

- Me alegro mucho por lo de su dövme – me dijo nada más sentarme frente a ella. Evan y Shane se sentaron uno a cada lado de mi butaca.

- Muchas gracias – le dije sonrojándome.

- Sr. Darkness, ha hecho un buen trabajo con Nicky Show, la están deteniendo en estos momentos – felicitó a Shane con una sonrisa de gratitud en su rostro y éste asintió con la cabeza, la directora prosiguió – os he reunido aquí para comentaros varias cosas, la primera es que quiero que sepáis que el consejo vampiro ha sido corrompido por las influencias de la Dama Negra, el Sr. Show no solo no ha sido detenido sino que ha sido nombrado vicepresidente de la cámara principal – todos nos quedamos perplejos ante esa noticia – esto solo significa que cada vez vamos a estar más solos, la casa de Érebo es la única organización vampiro que no pueden tocar, pero no sé por cuánto tiempo – aclaro con disgusto la directora – lo segundo más importante que tenía que comentaros trata de usted Srta. Summer, Evan me ha contado sus episodios de inmersión y telequinesis, créame estoy muy impresionada con usted – yo no sabía cómo preguntarlo sin parecer una idiota así que antes de que siguiera con su discurso la interrumpí.

- ¿Inmersión? – pregunté sonrojándome por segunda vez.

- Es cuando sientes las emociones y sentimientos de las personas introduciéndose dentro de ti y generando poder – aclaró Black

- Solo los sentimientos malos – le aclaré. En un principio esperé que me mirara asombrada y asustada, pero me miró como miraría una madre a una hija en el momento antes de salir por la puerta de su casa de camino a su primer baile de fin de curso.

- Eso es normal, los sentimientos desagradables son mucho más intensos que los agradables, pero además, siendo una banshee es lógico sentirse atraída por los sentimientos de pena y dolor, tu don es poder eliminar o aumentar esas emociones – no sabía decir si me dejó más tranquila o más confusa, pero la dejé proseguir con su discurso – Sr. Darkness, ¿podría leer esto? – la directora le entregó a Shane un libro que parecía tener muchos años, este lo abrió y comenzó a pasar las páginas sin detenerse en ninguna.

- No lo entiendo – dijo Shane sorprendido - ¿en qué idioma está? – preguntó

- Páseselo a la Srta. Summer – le indicó la directora. Yo cogí el libro y no pude entender la razón por la que Shane no podía leerlo.


- ¿Estás de broma? – Dije mirando atentamente a Shane - ¿Por qué dices que no puedes leerlo? ¡Esto está escrito en nuestro idioma!

- ¿Cómo ha dicho? – Preguntó Black con una increíble sonrisa en su rostro - ¿Puede leerlo sin problemas?

- Por supuesto – respondí cada vez mas confundida.

- Es usted la elegida por el Avatar, por lo tanto también es usted la portadora de la piedra – afirmó Black. Yo no respondí nada, me había delatado accidentalmente.

- Este libro es suyo – me dijo triunfal – espero que lo descifre y lo cuide como si fuera su tesoro más valioso, me costó mucho trabajo conseguirlo, es el libro que escribió Calisto de Hervás antes de morir a manos de la Dama Negra, él fue el último enviado por el ángel, aunque los oscuros preferimos llamarle Avatar, el termino ángel no le hace suficiente justicia – explicó la directora – en este libro están los conocimientos necesarios para destruir a la Dama, pero solo puedes descifrarlos tu. El Avatar te ha bendecido para que seas tú la que nos libere de la opresión de la Dama Negra - ¿Cómo? Pensé. Solo tenía dieciocho años y medio y todavía estaba acostumbrándome a mis nuevos poderes.

- ¿Qué ocurre si no soy capaz? ¿Si fracaso? – pregunté sintiendo el libro en mis manos cada vez más pesado.

- Entonces el Avatar tendrá que volver a elegir a otro para que culmine el trabajo – me lo dijo como si fuera lo más normal del mundo, por lo poco que había leído del ángel o Avatar, como demonios quieran llamarlo, sabía que no podía elegir a otra persona hasta que su anterior elección hubiese muerto y pasaran ciertos años.

- No fracasarás, yo estaré a tu lado – me dijo Evan sorprendiéndome.


- Yo también – dijo Shane rápidamente.

- Me temo Sr. Darkness que eso no sé si será posible – le dijo amablemente la Directora.

- ¿Por qué? – preguntó Shane tan sorprendido como yo.

- Este no es el momento adecuado para dar explicaciones – dijo la directora con su voz todavía amable y pacífica.
Shane quiso rebatir las opciones pero Black le hizo callar educadamente con un gesto de su mano.

- Estudie ese libro y descífrele antes de salir de SubMundo, fuera de estas paredes no podré protegeros a ninguno – dijo la directora levantándose e indicándonos el camino hacia la puerta de su despacho.
Una vez estuvimos de camino del comedor nos dimos cuenta de que nos habíamos perdido los funerales de nuestros compañeros, a mí me molestó un poco, pero la verdad es que me alegraba de no haber tenido que presenciar semejante horror, y ver a tantas personas sintiéndo pena y dolor… mi cuerpo se sacudió con placer, una parte de mis más bajos instintos deseaban haber podido absorber todo ese dolor y haberlo transformado en poder, otra parte de mí pensaba en que podía haber eliminado el dolor y el sufrimiento de los asistentes, esa revelación me resultó jodidamente confusa.
Camine en silencio hasta mi dormitorio, Shane y Evan me siguieron hasta la puerta.

- Voy a guardar el libro – les dije a ambos, que entraron en el dormitorio detrás de mí.


- ¿Qué piensas hacer? – preguntó Shane.

- Cargarme a esa zorra cuanto antes para poder empezar a vivir mi vida – dije enfadada. Estaba empezando a vivir cuando había llegado a SubMundo, ahora todo se torcía mucho más de lo que ya estaba. Evan empezó a reírse y sentí su sonido como una caricia, no pude evitar sonreírle. Shane hizo una mueca – mañana comenzaré a estudiar el libro este de instrucciones.

- Se llama manuscrito Voynich – aclaró Evan mientras se cambiaba de camiseta, el nombre que había dicho, me sonaba haberlo escuchado antes. Shane fue más rápido que yo.

- ¿No es el libro que robaron de la biblioteca de la universidad de Yale? – preguntó con asombro. Recordé en ese instante la notica que tanta gracia nos había hecho - ¿así que para eso estaba de viaje la directora? – siguió insinuando Shane.

- Si – dijo Evan tajante, estaba claro que no quería hablar del tema.

- Bueno olvidémonos de eso y pensemos en un plan para esta noche – dije mientras me lanzaba de espaldas a la cama y evitaba que hablaran del por qué la directora había insinuado que Shane no podría ayudarme con lo del libro - ¿Cómo podemos coger a ese cabrón? – les pregunté, Shane y Evan se sentaron a ambos lados de mi cama. Incómoda, me incorporé y me quedé sentada entre ellos.

- Yo creo que deberíamos hacer lo que dice en la nota pero en vez de con la piedra original, hacerlo con una copia – dijo Evan mientras sonreía triunfal.


- ¿De dónde demonios sacamos una copia? – preguntó Shane.

- Yo mismo seré la copia – dijo Evan mucho más contento. Era una idea genial, cuando el secuestrador le cogiera, Evan se materializaría y le rompería el cuello.

- ¡Magnífico! – grité mientras saltaba fuera de la cama. La testosterona comenzaba a inundar el ambiente, Shane y Evan se miraban como gatos a punto de saltar el uno sobre el otro, estaba segura en ese momento que aunque me quitara la camiseta no dejarían de mirarse.

- Evan, ¿Qué necesitas? – pregunté para romper esa atmósfera tensa que se había formado.

- A ti – contesto sin pensar. Me puse colorada de vergüenza y noté como la energía revoloteaba por todo el dormitorio.

- Chicos, o paráis esto o me marcho yo sola – esas fueron las palabras mágicas y los dos dejaron de observarse como depredadores, luego me fulminaron con sus miradas.

- Bueno, lo primero es ir a cenar y después a media noche me transformo en la piedra y me lanzas a la oscuridad del jardín de Gaya, luego os marcháis y me esperáis aquí, en el dormitorio – dijo Evan levantándose y abriendo la puerta para ir al comedor.
Shane y yo estuvimos de acuerdo con el plan y seguimos a Evan a comer, estaba vez nos sentamos todos juntos en nuestra mesa, Kaly no había llegado todavía.
El comedor estaba lleno de gente que hablaba sin parar de los funerales, incluso el grupito de las chicas nuevas no podía dejar pasar la oportunidad de cotillear al respecto.

Yo tomé para cenar unos filetes de pollo con verduras y mis acompañantes bebieron dos jarras de sangre. Me sentí extraña estando tan cerca de los dos, sobre todo después de lo que sabía sobre Evan y del cariño que todavía sentía por él.
Kaly, Jack y Robert llegaron a nuestra mesa y se sentaron con nosotros para tomar su cena.

- ¿Cómo estás? – pregunté a Kaly.

- Bien, ¿Dónde os habéis metido? – nos preguntó molesta.

- Nos llamó la directora – Evan dio eso como única respuesta, pensé que Kaly insistiría, pero para mi sorpresa solo asintió con la cabeza. Robert se acerco a mí y tomó mi mano, resultó realmente extraño y confuso, todos nos quedamos mirándole.

- Si necesitas ayuda o algo… - dijo soltándome algo avergonzado. En ese momento no le di importancia y le agradecí el gesto y su preocupación con una sonrisa.

- Deberías ir a ver a Adam, está destrozado – me dijo Kaly con una sonrisita maliciosa. Pude sentir los celos extraños de Evan y Shane, un poder muy parecido al que me había recorrido la noche de la muerte de Lucía Reyes estaba pasando por mi cuerpo, esta vez estaba segura de que el poder venía de ellos, de sus celos, otra sensación que me daba valor y me alimentaba.

- Parad – dije jadeante – por favor - No hizo falta que les explicara lo que había ocurrido, ambos se dieron cuenta de que estaba utilizando sus emociones para alimentar mi magia.


- Cada día eres más fuerte – dijo Evan feliz. Nadie dijo nada más, Kaly, Jake y Robert no sabían de qué iba el tema y Shane prefirió callarse.

- ¿Qué ha pasado con tu novia? – le preguntó Robert a Shane.

- Se ha marchado del instituto – contestó éste antes de beber su último trago de sangre.

- Hacíais una buena pareja – dijo Jack extrañamente apenado. La rabia inundó mi torrente sanguíneo, esta vez no era la de nadie más, esta vez era mi propia rabia y mis celos los que me devoraban por dentro, en ese instante entendí algo realmente importante. Las sensaciones oscuras de los demás me alimentaban y me daban más fuerza y poder, sin embargo las mías propias me debilitaban.
Gracias a Dios nadie se percató de mi brusco agotamiento.
La cena no nos mantuvo mucho tiempo ocupados, y al cabo de dos horas ya estábamos de vuelta en mi habitación, Shane se fue a cambiarse de ropa mientras Evan y yo hacíamos los últimos preparativos.

- Muéstrame la piedra para que pueda transformarme – dijo Evan, que estaba de pie frente a mí en el centro del dormitorio. Me agaché y rebusqué en mi calcetín, saqué la piedra y se la tendí.

- Ya está – dije volviendo a recuperarla, Evan me lanzó una de sus preciosas sonrisas.

- La llevas a buen recaudo pero a mí no me importaría que me llevaras en el sostén – su comentario y el tono de voz que utilizó

hicieron que me pusiera colorada. Evan se rió y se acercó a mí rodeándome la cintura con sus brazos, yo apoyé mis manos en su pecho para apartarle. Imposible. Era como intentar mover un edificio.

- Estate quieto, no estamos aquí para esto – le dije cada vez más acalorada.

- ¿Vas a acostarte conmigo? – me preguntó dejándome muy sorprendida.

- No, no estoy segura todavía – le mentí, no quería que viera que mi disposición ahora era solo y exclusivamente para Shane.

- Esa no es la cuestión, ¿Qué sientes por mí? – preguntó acercando sus labios a los míos.

- No lo sé, estoy hecha un lio, ¿Qué más quieres que te diga? – le dije sinceramente – no puedo confiar en nadie, pero sabes que amo a Shane, aunque para ser justos, también reconozco que… bueno, también siento algo por ti – dije sintiendo su dulce y cálido aliento sobre mi boca, me di cuenta de que no le había mentido en nada, era cierto que sentía algo por él, incluso sabiendo que de alguna manera u otra me estaba traicionando y ocultando cosas.

- Es suficiente para mí, si tienes dudas es que no está todo perdido – dijo. Luego me besó apretando fuerte su cuerpo contra el mío y llevándome lentamente hacia la pared, cuando mi espalda tocó la fría piedra, Evan me cogió por los muslos y me elevó para que mi cara estuviera a su altura, yo pasé mis piernas alrededor de su cintura para tener un punto de apoyo, pero le empujé para que me soltara.


- No, para… te he dicho que amo a Shane – le aclaré. Pero en vez de ver dolor o ira en sus ojos, solo vi dulzura y pesar, algo extraño en esa situación, pero antes de poder preguntarle, Shane nos interrumpió. Yo todavía estaba situada sobre las caderas de Evan.

- Suéltala – dijo con voz ronca cargada de ira. Sentí como su rabia me hacía más fuerte y poderosa. Shane estaba apoyado contra la puerta del dormitorio. Evan se separó de mí dejándome caer al suelo, pude darme cuenta de que Shane le había doblegado. Me levante rápido del suelo y me puse entre los dos chicos.

- ¡No le hagas eso! – le grité a Shane. Pero en ese momento la habitación y sus dos ocupantes comenzaron a verse borrosos.

Me sentí caer al suelo y no fui capaz de estabilizarme antes de rebotar contra él con un golpe sordo, no sentí dolor, mi cabeza y mi conciencia ya no estaban en mi dormitorio. Abrí los ojos y pude ver un parque, uno que conocía muy bien, era el parque Wester que estaba al lado de mi casa.
El Sr. Doe apareció ante mí con sus rajadas ropas y su bondadosa cara.

- ¿Cómo estas pequeña mía? – me preguntó con su dulce voz de siempre.

- Bi-bien – tartamudeé - ¿Qué está pasando? – le pregunté asustada.

- Debo avisarte de algo importante querida, y tengo que hacerlo rápido – dijo mientras pasaba su brazo sobre mi hombro y me

dirigía hacia su banco – la Dama Negra está infestando a todas las colonias sobrenaturales, ya no se conforma con tener su pequeño imperio y ansía controlarlos a todos, no podemos dejar que eso ocurra o nuestro mundo y el mundo humano estarán acabados. ¿Estás familiarizada con la guerra de Troya? – Me preguntó pensativo, yo asentí en respuesta – la Dama ha regalado a cada corte y a cada consejo un presente embrujado, en cada uno de esos regalos hay escondido un portal a su reino. Ella tiene muchos infiltrados en los altos mandos de las colonias, estos traidores abrirán pronto esos portales para que sus ibliseri y sus demás lacayos entren y sometan o exterminen a todos los que se opongan a su paso. Tienes que encontrar esos portales y destruirlos antes de que consigan abrirlos o estaréis todos perdidos. El primer portal que debes destruir es el que está en SubMundo, y con esto – dijo mientras me tendía varias runas doradas – te podrás transportar a las otras cortes para encontrar los otros tres – cogí las runas doradas y le mire atónita.

- ¿Qué pasa con el libro? ¿Hay alguna pista en él que me pueda ayudar? – pregunté.

- El manuscrito solo te ayudará a destruirla, pero antes debes hacer esto – me dijo pacientemente.

- ¿Cómo identifico esos objetos? ¿Tienen alguna forma que los distinga? – pregunté guardando las runas en mi bolsillo.

- Si, los cuatro objetos son las figuras de los dioses, Érebo estará en el consejo vampiro, Gaya o Hera estará en la corte de los cambiaformas, Éter en la corte de las hadas y en SubMundo estará mi estatuilla.


- ¿Cómo los destruyo? – pregunté temiendo que no fuera tan fácil como tirarlos al suelo y hacerlos pedazos.

- Fuego, deben ser devorados por las llamas, solo así dejaran de ser útiles – dijo tomando mi mano – debes terminar de madurar para poder destruir a la Dama Negra, ella es una criatura muy poderosa, quiero que recuerdes un nombre, un nombre lleno de poder y magia, Esteno, ese es el verdadero nombre de la Dama, el único dato que le faltó a mi fiel Calisto para destruirla y que me ha costado quinientos años descubrir.

- ¿Qué debo hacer con su nombre? – pregunté indecisa.

- Lo sabrás cuando llegue el momento, pero no lo olvides, Esteno es la clave para destruirla cuando sea necesario, en el momento en el que os volváis a encontrar cara a cara. Estudia el manuscrito y sigue sus pasos, solo así podrás llegar hasta ella. Ahora debes volver – me dijo mientras se levantaba y me tendía su mano.

- Recuerdo que prometiste que me dirías tu nombre cuando regresara… - le miré algo azorada - ¿Cómo te llamas realmente, Avatar o Ángel? – pregunté sintiéndome menos incómoda al ver como sus labios se ensanchaban en una bonita sonrisa, esta vez sus dientes ya no estaban negros ni carcomidos, eran tan blancos como los de las estrellas de cine.

- Veo que no te olvidas de nada mi fiel amiga – dijo mientras reía - mi nombre es Miguel, antaño fui llamado Arcángel San Miguel – explicó. Yo no sabía mucho sobre la religión cristiana pero estaba al tanto de que uno de los tres ángeles favoritos de Dios se llamaba Miguel.


- ¿Cuándo volveré a verte? – Pregunté - ¿Cómo debo llamarte?

- Cuando sea necesario nos volveremos a ver mi pequeña banshee, y tú, solo tú podrás llamarme Miguel– contestó sonriéndome. Después añadió solemnemente unas palabras que jamás olvidaría – Recuerda, no debes corromperte, nada de lo que el poder o la gloria puedan ofrecerte es más importante que el amor y la honradez, no caigas en la maldición y sigue la profecía - aunque en ese momento no entendí muy bien a qué se refería en su última frase
Después de que Miguel dijera sus últimas palabras mi visión volvió a hacerse borrosa y al cabo de unos segundos oí las voces alarmadas de Evan y Shane. Cuando por fin abrí los ojos, ambos estaban sobre mí con rostros pálidos y desencajados.

- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? – preguntaron los dos atropelladamente.

- Si, solo ha sido… - ¿Qué había sido eso? ¿Otra proyección?

- ¿Qué? – preguntaron impacientes.

- ¿Cuánto tiempo he estado así? – espeté

- Cinco minutos – contestó Evan ayudándome a levantarme del suelo - ¿Qué ha pasado? – volvió a insistir mientras me sentaba en la cama.

- He estado con… - solo yo podía llamarle Miguel, así que omití su nombre – con el Avatar – dije finalmente mientras sacaba las runas doradas de mi bolsillo – tengo una misión – después les conté toda la conversación que había tenido con el

Sr. Doe, más conocido ahora por el Ángel o el Avatar, me molestaba tener que contarla delante de Evan, pero sabía que no podría evitar sus preguntas, además necesitaba ayuda para destruir las estatuillas, de esa manera podría ver de qué lado estaba Evan.
- Tenemos que encontrar esas figuritas antes de que sea demasiado tarde – dijo Shane mientras caminaba de un lado a otro de la habitación.

- ¿Vais a ayudarme? – pregunté

- Por supuesto – dijeron los dos al unísono.

- Ok, pero primero terminemos con el malnacido que me secuestró – dije poniéndome de pie – Evan, transfórmate en la piedra – le ordené como si fuera un sargento de artillería. Para mi sorpresa lo hizo sin rechistar y cuando hubo terminado el cambio le recogí del suelo – vamos – le dije a Shane, que me siguió obediente fuera del dormitorio.

Caminamos en silencio por el campus, fuimos atravesando el jardín de la casa de Gaya hasta el punto que nos resultó más estratégico para poder salir corriendo o defendernos en caso de un ataque sorpresa.
Una vez allí lancé al aire la piedra. Ésta pasó volando por la espesa selva y se perdió entre las plantas y la oscuridad, sin perder ni un minuto Shane y yo nos fuimos a mi habitación para esperar el regreso de Evan.

- ¿Por qué os estabais besando? – preguntó Shane cuando cerré la puerta del dormitorio detrás de él.

- Es complicado – contesté molesta.

- ¿Estás enamorada de él? – preguntó poniendo una mueca dolorosa en su rostro.

- Te diré lo mismo que le dije a él, te amo más que a nada en este mundo, pero también he sentido algo más que cariño por Evan, y por el momento aunque me moleste, esos sentimientos no han desaparecido por su traición – dije antes de meterme en el baño para cambiarme de ropa.

- Puedo entenderlo – susurró Shane antes de que cerrara la puerta.
Pasé un buen rato en el lavabo mientras me duchaba con agua muy caliente, saber que Shane estaba en la habitación no me relajaba en absoluto. Recordé el sabor de sus labios, la suavidad de su piel, su olor a bosque y me estremecí de placer al saber que pronto sería mío, y yo sería suya, solo teníamos que solucionar lo de Evan y podríamos estar juntos. Era extraño su comportamiento, me acordé cuando le afirmó a Shane que yo era suya y la mirada decepcionada y extraña con la que me había mirado cuando le había parado los pies y le había dicho que amaba a Shane.
Salí del baño y me dirigí hacia mi cama que me llamaba a gritos. Shane estaba recostado sobre ella.
Estaba tumbado bocarriba con los brazos detrás de la cabeza, me acerqué a él mientras me miraba y me subí encima suya a horcajadas, agaché la cabeza y le besé con pasión, Shane me devolvió el beso con enfermiza lujuria y deseo, ambos nos perdimos en un mar suave de caricias.


Fueron los besos más profundos de mi vida, estaba lleno de desesperación, miedo, pasión y amor, nuca había sentido algo así por nadie. Él me recogió entre sus brazos y profundizó en uno de los besos con ansias desesperadas, me tumbó sobre él en la cama, no dejó de abrazarme y acariciarme ni un solo momento. Sus caricias lanzaban escalofríos de ternura y pasión por todo mi ser, mi corazón retumbaba en mi pecho como si quisiera salir de él y unirse al suyo, eso es lo que estaba pasando, nos estábamos uniendo como una sola persona.

Le quité la camiseta con rapidez mientras él desabotonaba mi blusa roja y dejaba mi sujetador a la vista, sentí un temblor de placer inmenso cuando acarició mis pechos a través de la fina tela de encaje negro. Pasé mis manos desesperadamente por la suave piel de su espalda y de su pecho, se sentía cálido y acogedor, no encontré ninguna razón para no entregarme a él. Luchamos contra nuestros pantalones y cuando nos deshicimos de toda la ropa excepto de las prendas mas íntimas nos metimos bajo las mantas de mi cama. Si había pensado que el olor de Evan era embriagador no tenía palabras suficientes para describir el de Shane, sus caricias y sus besos a través de mi cuello eran como una tortura de placer sin fin.
Se tumbó encima de mí y pude sentir su duro bulto contra mi cintura, una sacudida de anticipación me recorrió el cuerpo desde el dedo gordo del pie hasta el último pelo de mi cabeza, no deseaba nada más en aquel momento, solo le deseaba a él, no pensé en nada más que en mi amor por él, ni siquiera pensé en el peligro que en esos momentos estaba acechando a Evan.

- ¿Estás segura? – me preguntó con la voz ronca llena de pasión y desenfreno.

- Nunca he estado más segura en mi vida, te amo y te amaré siempre, pase lo que pase – le dije mientras besaba su pecho.

- Jamás he amado a nadie como te amo a ti, nunca te voy a dejar escapar, jamás lo haré y el día que tu faltes dejaré de existir para reunirme contigo en el Edén4, nadie nos podrá separar nunca– me susurró en el oído – ya no puedo aguantar más… te necesito… - dijo jadeante.

- Te amo – fue lo único que fui capaz de decir en esos momentos.
No sé en qué momento entre nuestros besos y nuestras palabras de amor la puerta de la habitación se abrió con gran estruendo, pero nos sobresaltó de manera increíble.
Evan entró tambaleándose y se desplomó en el suelo.
Shane y yo salimos de la cama y nos vestimos a una velocidad de vértigo, después nos agachamos rápido al lado de Evan, estaba muy magullado y herido, pero gracias al cielo, estaba vivo.

- Ha perdido mucha sangre – dijo Shane – iré a buscar algo a la cafetería.
- No – le dije mientras me subía la manga de la camisa y ponía mi muñeca sobre la boca de Evan – muerde, le ordené – pero no respondió – Shane, ordénale que muerda – le dije. A regañadientes Shane le dio la orden.
El dolor fue increíble, no sabía que podían doler tanto las mordidas de los vampiros, las veces que me habían mordido habían sido delicados y estábamos en otro tipo de situaciones. Noté como mi sangre abandonaba mi cuerpo y sentí los fuertes
4 El cielo al que van los sobrenaturales cuando mueren.

tirones de Evan sobre mi muñeca, comencé a marearme y fue en ese momento cuando Shane le ordenó parar.
No tuve tiempo de recuperarme, una ola de sentimientos oscuros me golpeó el estómago y la cabeza dejándome casi sin aliento. La fuerza y el poder crecieron dentro de mí y pude sentir a la persona que lo estaba padeciendo, estaba en el jardín de Gaya, no perdí ni un solo segundo y me lancé volando por la ventana. Sí, fue increíble pero cierto, volé hasta aterrizar en el suelo, en ese momento no era consciente de lo que acababa de hacer, solo sabía que así ganaría tiempo y no tendría que atravesar todo el vestíbulo de la casa, esta vez no me perdonaría llegar tarde.
Corrí a una velocidad increíble hacia el foco de mi poder, cuando llegué pude ver a alguien apuñalando a un animal que estaba dando los últimos embistes necesarios para defenderse, no lo pensé y me lancé contra el agresor, el tremendo impacto nos hizo a ambos rodar unos metros por el suelo del jardín, el asesino se quedó tumbado encima de mí, no pude verle la cara, el tipo llevaba puesta una máscara. Le pateé fuerte para sacármelo de encima y cayó a unos metros de distancia de donde estábamos, se levantó y echó a correr en dirección al campus, pero yo no estaba dispuesta a dejarle escapar y con un brusco movimiento de mi mano utilizando la telequinesis lo detuve y lo empujé hacia mí, en ese instante entendí que éste era un don muy práctico para la lucha. Después, todo sucedió muy rápido, me lancé hacia su cabeza y con un brusco movimiento de mis manos se la separé del cuerpo de un solo tirón, no me espantó lo que hice, en ese momento me sentía más como un animal que como una persona.
Cuando su cabeza cayó al suelo pude ver que su mascara había desaparecido, era Robert el chico nuevo, no recordaba el apellido, pero me dio igual, no sentí ninguna pena ni ningún remordimiento.

Las sensaciones oscuras que me habían llenado de poder comenzaban a desaparecer de mi cuerpo dejándome débil y confusa, me acerqué al animal que había tendido en el suelo y pude distinguir la perfecta figura de un jaguar, me arrodillé a su lado y sentí como la magia desaparecía de ese cuerpo devolviéndolo a su forma natural, era Adam, mi amigo Adam. Estaba tumbado en el suelo a mi lado con miles de heridas hundiéndose en su cuerpo.
Mi ira y mi pena se intensificaron haciéndome sentir más débil, pude ver un campo de fuerza extraño que nos rodeaba a ambos y dejaba a Shane y a Evan fuera de nuestro alcance, no podían atravesarlo, no podían ayudarnos.
Caí exhausta al lado de Adam y sujeté su mano inerte con la mía, fue en ese instante cuando pude sentir la oscuridad creciendo dentro de mí, la furia que habitaba en mi cuerpo se despertaba y luchaba por salir a la superficie, mi dolor y mi rabia me debilitaban y le hacían el camino más fácil al monstruo, mi mente comenzó a nublarse y pude oír los gritos desesperados de Shane que me apuraban a romper el campo de fuerza, estaba segura de que ese campo no lo había creado yo, estaba segura de que era cosa de algún hada, podía sentir la magia de hada inundando el ambiente, ese hechizo era de alguien que no quería que me ayudaran y que estaba provocando intencionadamente mi cambio al privarme de la gente que quería, si ellos no estaban a mi lado no superaría esto, pero luché hasta el último minuto e intenté pensar en algo feliz, algo que retuviera la oscuridad y la encerrara dentro de mí, mi amor por Shane era puro y brillante pero no parecía suficiente para detener a la bestia, solo sentía la fría y muerta mano de Adam y la pena que me inundaba por haberle fallado, y no haber llegado antes para socorrerle, nada me hacía feliz en ese momento y la furia que surgía de mi interior lo sabía y celebraba su pronta victoria.

Sentí como mis fuerzas me abandonaban y como la esperanza se nublaba dándole la bienvenida al monstro, fue entonces cuando algo realmente mágico sucedió, Adam apretó su mano contra la mía y un inesperado ramalazo de felicidad detuvo el progreso de la oscuridad, alcé mi cara para mirar la de mi amigo y pude verle con los ojos abiertos y observándome, solo necesitó decirme dos palabras para que mi corazón volviera a latir esperanzado y la furia desapareciera por completo enterrándose en lo más profundo de mi ser.
- Estoy vivo – me dijo Adam mientras apretaba mi mano para demostrar el punto.
Cuando la felicidad nos inundó a ambos, el campo de fuerza que nos rodeaba se rompió como una burbuja de humo haciendo caer al suelo a todos los que lo estaban golpeando para poder entrar y alcanzarnos.
Me desmayé justo en ese momento.