martes, 9 de junio de 2009

CAPITULO SEIS

Después de todo el revoloteo que se formó, la bibliotecaria, una Cambiaformas de la que no recuerdo el nombre, me llevó a una sala vacía y me dijo que esperara, sin darme ninguna otra explicación se marchó.
Todavía no me creía lo que me estaba pasando y antes de que pudiera pensar en ello los tres directores de SubMundo entraron en la sala. Algo debieron de ver en mi cara, porque todos suavizaron su expresión de desconcierto.
La directora Black se sentó a mi lado y tomó mi mano, en ese momento me dí cuenta de que estaba temblando.

- No esté asustada, pequeña, Érebo la ha bendecido con su oscuridad, pero la oscuridad no es mala, ni tiene que tenerla miedo – dijo la directora de
mí futura casa.

- ¡Pero ella es medio hada! Jamás había ocurrido algo semejante – dijo indignada la directora O´Connor – ella no puede vivir con los vampiros, ella no querrá ser excluida y menospreciada – lo dijo como si fuera evidente que mi condición de semi-hada sería un buen motivo para que los vampiros me dieran de lado.

- Nunca he sido aceptada por las hadas –dije con una fuerza y seguridad en mi voz que me impresionó.

- ¡Eso es una tontería! – se defendió el hada.

- No lo es, desde que nací las hadas me han mirado siempre con superioridad, me han hecho sentirme menos que ellas, y cuando llegué a este sitio los cambiaformas fueron mucho más agradables conmigo que las hadas, incluso he conocido a un vampiro que no me ha mirado por encima del hombro por ser semi-humana – según iba diciéndolo me iba convenciendo a mi misma de la cruda realidad, las hadas nunca me han querido porque era diferente.

- Creo que no se puede hacer nada, ella debe venir conmigo a la casa de la Oscuridad, el Dios Érebo así lo ha querido y Éter así lo ha permitido – dijo Black, que no había soltado mi mano en ningún momento – y con respecto a que jamás ha pasado algo así, puedo asegurarte que estás equivocada, soy más vieja que tú y en mi juventud conocí un hada tocada por la mano de la oscuridad, una muy poderosa – yo la miré expectante para que continuara pero después de dar un pequeño apretón a mi mano solo dijo – un poco más adelante te contaré su historia, ahora debemos organizar y dejar claros algunos puntos de tu nueva vida en nuestra casa.

- Nosotros debemos irnos Titania – dijo el director Wolf, no había abierto la boca hasta ahora y casi me había olvidado de él – Érebo la ha elegido, nosotros no podemos hacer nada – dicho esto agarró a O´Connor por la cintura y la llevó hacia la puerta.

Una vez se marcharon la directora Black se sentó frente a mí en uno de los pequeños sofás que decoraban la sala.

- Señorita Summer, no sé qué opinión tiene de los vampiros pero me gustaría escucharla antes de proseguir – no me sorprendió mucho que quisiera saberlo, así que contesté lo más sinceramente posible, en realidad, no fue muy difícil.

- La verdad es que hasta hoy no había conocido a ningún vampiro y mis padres nuca me hablaron demasiado de ellos, sé que no matan para comer, son especialmente fuertes y rápidos y que cada uno tiene un don único, aunque eso último nunca lo entendí demasiado bien – dije avergonzada mientras miraba mis sandalias.

- Bien, al menos no le han inculcado el odio que las hadas nos profesan – dijo sonriéndome mientras yo alzaba la cabeza sorprendida. Era muy bonita, y su cabello era tan rubio que parecía blanco, aunque parecía mucho más joven que la directora O´Connor, ella había asegurado ser mucho más vieja, para mí no aparentaba más de treinta años humanos.

- Yo no puedo odiar lo que es diferente porque yo misma lo soy, sería una hipócrita –dije, sintiéndome cada vez menos aturdida, y sintiendo cómo la esperanza de que quizás en esta nueva vida podría ser aceptada recorría mi cuerpo.

- Muy sabias esa palabras Srta. Summer – parecía estar orgullosa – bueno, el primer punto que debo aclararle es sobre los dones especiales de los vampiros, algunos de nosotros, casi la mayoría, poseen un don único, eso quiere decir que nadie más lo tiene, algunos pueden volar, transformarse en otras personas o animales, ser capaces de generar confusión en las mentes humanas o alguno también en las mentes sobrenaturales, hay muchos dones y no puedo recitarlos todos porque no tendríamos tiempo suficiente.
Más o menos eso es lo que debe saber acerca de nosotros – se detuvo esperando por si yo quería preguntar o añadir algo, al no hacerlo prosiguió con su dulce voz – las clases de SubMundo comienzan siempre por la tarde porque sólo a partir de las seis podemos tolerar el sol, pero usted podrá salir siempre que quiera de su cuarto, tendrá uno propio.

- Me parece bien, no quiero tener que molestar a nadie – fue lo único que pude decir.

- Tendrá las mismas clases que los vampiros, y las comunes entre las tres casas como historia sobrenatural y magia elemental, pero en lo que más va a tener que prepararse es en defensa personal, pues los oscuros somos los más vulnerables contra el poder de la Dama, tendrá que aprender a resistir física y mentalmente, pero tengo la ligera certeza que no le resultará un problema hacerlo – dijo con una sonrisa ensanchándose en su rostro ¿me había perdido algo? Yo no soy mucho más que una humana ¿Por qué creía que iba a serme fácil? Más adelante lo averiguaría – también me gustaría que comenzase en segundo curso, pues lo que los vampiros aprenden en el primer año son cosas suyas de comportamiento, costumbres y alimentación, todo eso no le hace falta saberlo.

- Estoy de acuerdo con todo eso, por mí no hay ningún problema puedo adaptarme fácilmente, pero ¿y ellos? – pregunté con el miedo al rechazo muy claro en mi timbre de voz.

- Creo que no debe preocuparse por eso, los vampiros no somos tan hipócritas como las hadas – dijo mientras me sonreía con calidez – tus nuevos compañeros estarán encantados de contar con una semi-hada entre sus filas – parecía muy convencida de ello, pero yo no estaba tan segura.

- ¿Cuándo me contará algo sobre el hada oscura que conoció? – pregunté.

- Más adelante, cuando veamos si sus aptitudes mágicas son como las que ella tenía – dijo automáticamente.

- Usted dijo que era poderosa y yo no lo soy, sólo tengo un dominio muy escaso del elemento aire – dije compungida, me sentía mal por defraudarla, pero sabía que tarde o temprano se daría cuenta de que mi magia era casi nula. Su respuesta me sorprendió.

- Igual que ella –dijo mientras se levantaba y me ofrecía su mano para incorporarme – ahora vayamos a la casa de Érebo para que seas presentada ante tu nueva familia.

Salimos de la confortable sala y nos dirigimos atravesando el campus hacia la casa de la Oscuridad, que en estos momentos estaba bañada por completo con la luz de la luna. Una vez dentro me di cuenta que sólo se diferenciaba de la casa de Éter en la decoración, la recepción y el salón común eran exactamente iguales. Los muebles eran de una madera más oscura que los de las hadas y los colores de las paredes, cortinas y demás objetos eran negros, azules oscuros, rojos y naranjas. Por primera vez en toda mi vida sentí que este era mi hogar, todo mi ser se estremeció ante la revelación que no me llenó de miedo o decepción, sino de satisfacción y alegría.
Muchos jóvenes nos esperaban en el salón común, la mayoría de ellos estaban expectantes y eufóricos, cuando entramos los murmullos se detuvieron y reinó un profundo silencio que, para mi sorpresa, no fue incomodo.

- Buenas noches mis queridos alumnos, hoy tengo el honor de presentaros a vuestra nueva compañera Dawn Summer – mi cara comenzó a sonrojarse cuando todas las miradas se centraron en mí que estaba situada al lado derecho de la directora Blake – como ya todos sabréis es una criatura especial, no sólo por ser medio- hada y medio-humana, sino también porque nuestro dios Érebo la ha tocado con su bendita luz – todo el mundo murmuro “Amen” y “Adorado Dios” y volvió a reinar el silencio para que la directora continuara con la presentación – ella tendrá un cuarto propio para poder salir a la luz de la mañana sin molestar a ninguno de vosotros y también comenzará en segundo año – nadie habló, debieron entender a la primera el por qué de adelantarme un curso – eso es todo, espero que todos la tratéis como es debido y que hagáis que su estancia con nosotros sea de su agrado – dicho esto último se giro hacia mí y me sonrió, después se marchó dejándome sola en el centro del semi circulo que se había formado para escucharla.

La gente no tardó en seguir con lo que estaban haciendo antes de que la directora y yo les interrumpiéramos, pero Hugo Salazar y una vampiresa morena muy linda se acercaron para hablar conmigo.

- Sabía que darías mucho que hablar, pero no me imaginé cuanto – dijo mientras sonreía – ésta es Kaly Midnight quería conocerte pero le daba vergüenza acercarse sola – Kaly lo fulminó con la mirada, luego asintió hacia mí con una gran sonrisa.

- Encantada de conocerte Dawn, es un placer – parecía muy sincera y yo la regalé mi mejor sonrisa.

- Igualmente Kaly – dije

Kaly y yo estuvimos charlando muy animadamente durante la noche, me fue presentando a algunos vampiros que se acercaron a conocerme y romper el hielo, supe en ese instante que siempre había pertenecido a ese lugar y que Kaly y yo seríamos muy buenas amigas.
Resultó que mi dormitorio estaba justo al lado del suyo, como ya no éramos niños los dormitorios de los chicos y las chicas estaban mezclados y el dormitorio de Hugo estaba justo enfrente de los nuestros.
Después de pasar una noche muy agradable, los tres subimos por las escaleras hasta el tercer piso, Kaly me había avisado de que mis cosas ya estaban en el dormitorio y me resultó un alivio tremendo no tener que volver a la casa de Luz y enfrentarme a mi hermanastra y sus preguntas.
Tropezamos con un vampiro muy guapo de camino a las habitaciones y Hugo, muy cortes, pero un poco molesto, nos presentó.

- Dawn, éste es Evan Shadows – dijo mientras yo le tendía la mano al desconocido.

- Es un placer conocerte Dawn – dijo con una voz de terciopelo que me impactó por lo bella y cruel que podía sonar. Era rubio y tenía unos ojos azules muy parecidos a los de Kaly pero mucho más oscuros.

- Igualmente – dije apartando rápido mi mano de la suya.

- Quizás quieras poner un cerrojo en tu cuarto para que no entremos a chuparte la sangre – dijo con tono despectivo.

- En realidad me da igual, seguramente os cause una seria indigestión – mi respuesta le sorprendió, no sé si por el sarcasmo o por mi falta de miedo. Entonces me sonrió más amigablemente que antes.

- Vaya, tienes carácter, algo raro en un hada – dijo con sus ojos atrapando los míos.

- Sí, y muy mala ostia también – le contesté esquivándole para pasar por el pasillo y dirigirme a mi habitación. Hugo y Kaly me siguieron con un aspecto más pálido que nunca.

- ¿Qué sucede? – Pregunté - ¿He hecho algo mal?

- No, solo que acabas de joder a uno de los vampiros más poderosos de la escuela – dijo Kaly riéndose como una loca. No pude evitar sonreír.

- Empezó él – me defendí.

- Sí, tienes razón – dijo Hugo, que tampoco podía evitar un sonrisa de orgullo en su preciosa cara – pero ten cuidado con él, es realmente un hijo de puta, tiene el don la transformación, puede convertirse en cualquier cosa inanimada – vaya, me quede sorprendida, el tío podía convertirse en cualquier objeto, eso tenía que ser realmente útil para escapar de alguien y por desgracia también para ser un mirón.

- Bueno chicos, estoy exhausta y ya casi está amaneciendo, me voy a dormir – dijo Kaly, luego se dirigió a mí – las clases comienzan a las siete, si necesitas algo estoy en la habitación contigua – le agradecí su gesto con un asentimiento de cabeza.

- Yo también me voy, te digo lo mismo Dawn, estoy en el cuarto de enfrente por si necesitas algo.

Los tres nos metimos en nuestras respectivas habitaciones, pero yo no era capaz de dormir, estaba eufórica y además había dormido mucho esa tarde, al cabo de treinta minutos el sol ya estaba brillando con fuerza y decidí salir para dar una vuelta por la casa antes de meterme en la cama.
Recorrí varios pasillos de habitaciones y llegué a una sala muy grande, era parecida a la que había en la planta baja, pero éstá estaba acomodada como si fuera un mini-cine, anduve por la sala y me dirigí a una puerta de emergencia que daba a unas escaleras que bajaban a la parte trasera de la casa, no me lo pensé dos veces y bajé para ver qué había detrás.

El murmullo de unas voces me detuvo, por lo que podía escuchar estaban en la parte trasera ocultos entre los matorrales y los arbustos, yo me escondí en la esquina dispuesta para irme, no quería que nadie pensase que era una fisgona, pero la pronunciación de un nombre me hizo permanecer allí y prestar atención a la conversación. Por suerte había heredado el fino oído de las hadas.

- Tenéis que traérmelo, la Dama Negra lo quiere vivo y no puede ser cualquier otro, tiene que ser Shane Darkness – seguro que ese tal Shane era un vampiro, casi todos tenían como apellido cosas relacionadas con la oscuridad, como las hadas con la luz y la naturaleza y los cambiaformas con los animales – el día del eclipse los conjuros protectores de SubMundo serán muy finos y será el único momento en el que podré hacerle entrega del vampiro a nuestra señora – varias voces asintieron muy bajito. Sentía mi pulso en los oídos y cómo mis manos empezaban a sudar, esa voz me sonaba de algo, la había oído antes pero no recordaba ni cuándo ni dónde – ya sabéis lo que sucederá si falláis, nos reuniremos aquí en la primera luna menguante a media noche y quiero que tengáis buenas noticias para darme, ahora largaos.
Corrí por las escaleras hacia la puerta por la que había salido y entré en el edificio como una exhalación, mi corazón no dejó de golpear fuertemente contra el pecho hasta que no estuve metida en la cama.
La persona de la voz que me resultaba familiar había estado hablando con alguien, pero hablaba en plural, así que tenían que ser como mínimo dos personas, y querían a ese tan Shane Darkness para entregárselo a la Dama Negra. Tenía que hacer algo, pero ¿el qué? Lo primero que tenía que hacer seria localizar a ese tal Shane Darkness de una manera sutil, no sabía quiénes estaban implicados, y no podía llegar al salón principal preguntando a voz en grito ¿Quién es Shane Darkness? ¿Tú? Bueno pues que sepas que hay una conspiración para entregarte a la Dama Negra el día del eclipse. No. Tenía que ser muy discreta, nadie debería sospechar el motivo de nuestra conversación o yo también estaría metida en problemas.

Dándole vueltas a todo el asunto y al lio en el que, sin querer, me había metido en mi primer día como alumna de SubMundo, me di cuenta de que Josh tenía razón cuando me decía que era una pequeña busca líos, la mayoría de las movidas en las que nos habíamos metido los dos las había organizado yo, desde colgar el pene hinchable en el coche del director del instituto, hasta cuando fuimos a Las Vegas siendo menores de edad y nos casamos mientras íbamos borrachos, menos mal que el Elvis que ofició la ceremonia se dio cuenta de que éramos menores antes de que firmáramos los papeles, porque si no nos llegan a detener, ahora mismo sería la señora Macnell.
Con esos recuerdos dando vueltas en mi cabeza me dormí.

6 comentarios:

Isabel dijo...

dawn te felicito!! Me esta gustando mucho la historia, tiene una trama intrigante, y ademas la protagonista me encanta :)

Jade dijo...

me encantaa tu historiaa!¡
es.. FANTAAAAAAAAASTICAA!!
me encantaa de verdaad jaja
siiguee asííí

NocturnE dijo...

Me gusta mucho la historia, porque no es como las tipicas de hadas!!!!!!! espero impasiente el proximo capitulo...

Dawn dijo...

gracias a todos por el apoyo, y como lo mereceis mucho mucho esta noche colgare el capitulo 7 que es el mas largo de todos donde por fin aparece shane

**Joha** dijo...

Dawn te felicito, lo haces fantástico.. De vdd q estos capítulos estuvieron geniales!! Espero con ansias el 7mo y ya quiero saber quien es Shane, y si va a tener algo q ver en la vida de nuestra querida protagonista?? Besos wapísima y continúa así!!

Patricia dijo...

Tremendo capitulo, desde el momento en que descubre a la casa que pertenece hasta que oye la conversación solo pasan unas horas y sin embargo parece que su vida está dando un giro un tanto radical...