sábado, 5 de septiembre de 2009

Capítulo Doce

Para recompensaros la tardanza del capitulo doce, el ultimo capitulo, el trece,
le subiré el lunes por la noche, en vez de el miercoles. Espero que os guste,
este es el capir mas importante del libro.


La casa de Kaly estaba totalmente en ruinas, el tejado, los suelos y las paredes eran lo único que parecía estar en buen estado, la mayoría de los muebles y puertas estaban carcomidos, las camas de las siete habitaciones de la casa estaba tapadas con plásticos para preservarlas de la humedad y los bichos, un hecho que realmente aprecié, no me gustaría estar durmiendo y que el colchón estuviese lleno de chinches.
Shane eligió la habitación que estaba justo al lado de la mía, Kaly eligió la que estaba al lado de la de Shane y Evan se quedó en una que había frente a la de Kaly.

Ya eran las cuatro de la mañana pero no podíamos meternos en la cama todavía, así que cada uno arreglamos y limpiamos un poco nuestras respectivas habitaciones, Evan había encontrado en el sótano un arcón frigorífico para poder guardar las escasas provisiones de sangre y alimentos que llevábamos encima.
Antes de que pudiera cambiarme de ropa y ponerme algo más cómodo, alguien llamo a la puerta de mi dormitorio.
Evan estaba bajo el marco carcomido con expresión avergonzada.

- ¿Qué ocurre? – pregunté mientras le invitaba a pasar.

- Quería explicarte lo de Lilith – dijo mientras evitaba mis ojos.

- No tienes por qué hacerlo, no me interesa lo que hicierais o dejárais de hacer, ¿Por qué quieres darme explicaciones? – le pregunté teniendo en cuenta que sabía que Shane y yo estábamos juntos ¿estábamos juntos? Bueno, algo por el estilo.

- Bueno, si algún día quieres saberlo te lo contaré – dijo.

- ¿Querías algo más? – pregunté al ver que no se marchaba, en ese momento encontró mis ojos.

- Te quiero a tí, y como sabrás no voy a dejar de luchar, te quiero tomar por las buenas… pero si no… lo haré igualmente, tienes que casarte conmigo, no dejaré que un crio de mierda te aparte de mi lado – amenazó muy serio.

- ¿Me estás amenazando Evan? – le pregunté sarcástica mientras me acercaba a él.

- No, solo te estoy diciendo lo que hay, tienes que cumplir la promesa, es mejor que lo hagas por las buenas y queriendo estar conmigo que por las malas, deberías olvidarte de Shane – dijo sin apartar sus ojos azules de los míos.

- ¿Y si no lo hago qué pasará? – pregunté acercándome un poco más a él y quedándome a quince centímetros de su cuerpo.

- No lo sé – contestó.

- No me amenaces Evan, sabías desde el principio que le amaba, has sentido lo que corre por nuestro cuerpo cuando nos miramos, no voy a dejarle, solo le dejaré marchar si eso es lo que él quiere, y como ves no es así – le dije cada vez más enfadada – todavía queda un mes y medio para mi cumpleaños, por lo que la promesa todavía me importa una mierda – mentí, y en ese momento la infelicidad y la rabia brotaron por mi cuerpo debilitándome y haciéndome caer de rodillas. Evan me sostuvo antes de que me golpeara contra el suelo y me llevó medio desorientada a la cama. Shane apareció en ese momento.

- Suéltala – le ordenó a Evan, pero esta vez sin usar su don, Evan me acomodó en la cama y me soltó dándose la vuelta para enfrentar a Shane.

- Ella también me ama a mí – le dijo Evan sonriéndole. Shane me miró y asintió solemne.

- Lo sé, y ese ha sido un error que debo reparar, te dejé acercarte demasiado a ella, tuve que cumplir con el encargo de la directora y la tuve que dejar de lado mientras camelaba a Nicky, pero ahora estoy aquí, y no me voy a ir, nunca he amado a nadie y no voy a dejar escapar a la única mujer que hace que me derrita con una mirada y con la que sueño todas las noches – si no estuviera enamorada de Shane podría decir que sus palabras me había enamorado locamente, pero como ya lo estaba solo puedo decir que sus palabras me llegaron al fondo del alma, haciendo que la felicidad recorriera mi cuerpo y me diera fuerzas para recuperarme del ligero bajón anterior.

- Espero por mi bien que sea demasiado tarde para que repares el error – dijo Evan mientras se marchaba fulminando a Shane con la mirada.
Cuando Evan salió del dormitorio, Shane cerró la puerta y vino a sentarse a mi lado.

- ¿Estás bien? – me preguntó mientras me besaba la frente.

- Sí, pero esto cada vez se complica más – le confesé – sabes que te amo con toda mi alma, pero también tienes que saber que he llegado a querer mucho a Evan, es algo que no puedo explicar, como una fuerza invisible que me atrae hacia él.

- No hace falta que me des explicaciones, todo ha sido culpa mía, te quiero, no lo olvides nunca pase lo que pase, mi vida no tendría ningún sentido si no es a tu lado – dicho eso me besó.

Sus labios eran cálidos y confortables, estaban hechos para el uso exclusivo de mi boca, el beso se volvió cada vez más intenso y nos tumbamos juntos en la cama, Shane se puso sobre mí y no dejó de acariciarme y besarme la boca y el cuello, cada beso era más y más excitante, noté su entrepierna dura apretando contra mi muslo y abrí las piernas para que se situara entre ellas, en un nanosegundo estábamos sin las camisetas y nos rozábamos y besábamos cada milímetro de piel. Hacía mucho frio en la casa y en el exterior, pero ninguno de los dos lo sentíamos.

- Te amo – le dije entre besos. El gimió y me dijo palabras tan bonitas que mi corazón no hacía otra cosa que volar e intentar juntarse con el suyo.

Entre besos y jadeos desesperados conseguimos deshacernos de las ropas, por fin estaba desnuda frente al chico al que amaba y estaba lista para lo que viniera a continuación, bueno, estaba lista para todo lo que pasó después.
Shane levantó mis caderas y se preparó para introducirse dentro de mí. Lo hizo muy poco a poco, pero yo estaba demasiado excitada y no pude evitar moverme con fuerza hacia él, en ese momento se rompió su autocontrol y con un gemido que me puso la piel de gallina comenzó a darme embestidas, ya no diferenciaba cuáles eran sus gemidos y cuáles eran los míos, el placer me llenaba de la misma manera que él y mientras nos mirábamos a los ojos pude ver que él también estaba disfrutándolo mucho.
Retire mi cabello de mi cuello y le expuse la garganta, con un gemido ahogado bajo su boca y mordió, no sentí ningún dolor, solo sentí mi orgasmo, uno fuerte y lleno de vida que nos recorrió a ambos, mientras Shane bebía mi sangre y se enterraba profundamente en mi cuerpo fui la mujer más feliz del mundo, eso repercutió en mi sangre y en mi alma haciendo que Shane terminara dentro de mí con un jadeo de placer.
No se retiró inmediatamente, se tomó su tiempo para lamer mi herida y salir de mi cuerpo.
Nos quedamos jadeantes y abrazados por un tiempo que a mí me resultó demasiado corto, el tacto de su piel sobre la mía era absolutamente asombroso.

- Nunca había disfrutado tanto ni me había sentido tan lleno de felicidad – me susurró al oído mientras yo me acomodaba bajo su brazo y apoyaba mi cabeza en su pecho.

- Ha sido perfecto – le dije – te amo, creo que ya lo sabes – bromeé.

- Sí, lo sé, soy un maestro en esto – dijo Shane, noté por las vibraciones de su pecho que estaba intentando no reírse.

- Sí, tío, eres un maestro – contesté, los dos nos echamos a reír como tontos, se sintió tan bien, que deseé que ese momento no terminase nunca.

Después de hablar un poco más y bromear como adolescentes, Shane y yo nos quedamos dormidos, le sentía abrazarme fuerte y me sentía más segura y poderosa que nunca, ¿Cómo podía haber dudado del poder que me otorgaría experimentar algo así?, no solo el sexo sino el sexo con alguien a quien amas con locura y desesperación.
Su respiración se fue acompasando poco a poco con la mía y me quedé totalmente dormida sobre su pecho.
Me desperté sobresalta y pude ver y sentir que no estábamos solos en la habitación, Shane me abrazaba por detrás pero en un brusco tirón alguien le apartó de mi lado, cuando me giré para enfrentar al intruso me quedé congelada, literalmente, no podía moverme, ni siquiera podía pestañear, mi miedo aumentó cuando vi a la Dama Negra y a seis cambiaformas sujetando a Shane, que se revolvía y me miraba alarmado. Pude sentir cómo mi cuerpo luchaba contra el hechizo paralizante, pero lo hacía demasiado despacio. En ese momento me desperté horrorizada. Shane se movió detrás de mí y me abrazó dormido por detrás, cuando me quise dar cuenta de que lo que había visto no había sido un sueño era demasiado tarde, alguien arrancó a Shane y le sacó de la cama, me giré para mirar y como en mi visión, me quedé congelada.

- Has movido ficha – dijo la Dama Negra – ahora eres más fuerte, pero no lo suficiente, la maldición te acaba de tocar, por eso he decidido llevarme lo que te hace feliz, para desequilibrar la balanza – dijo mientras señalaba a Shane con el dedo, éste me miraba aterrorizado y lanzaba miradas de desprecio y rabia a la Dama, sentí que comenzaba a romper el hechizo.

- Vaya, más fuerte de lo que pensaba, pero no serás capaz de alcanzarnos, él se convertirá en mi mejor súbdito y tú pronto vendrás a mí, si no es a buscarle, vendrás a intentar destruirme, pero ambas cosas acabaran con la vida del Señor Darkness. Nos vemos el día de tu boda, compláceme y no te cases, mis queridos amigos – dijo señalando a los cambiaformas – serán los encargados de traerte ante mí si te niegas, tengo mucho tiempo para esperar pero me encantaría que me hicieras las cosas más fáciles y rápidas – dicho esto una nube negra se arremolinó alrededor de ellos y desaparecieron.
Un segundo después de su marcha conseguí romper totalmente el hechizo, pero era demasiado tarde, se habían llevado a Shane, iba a matarla con mis propias manos, iba a disfrutar haciéndolo y sacaría a Shane de allí sano y salvo.

Un grito de impotencia y rabia escapó de mi garganta, sentí la oscuridad que había dentro de mi cuerpo salir a borbotones hacia la superficie, esta vez no la quería detener, esta vez sería más poderosa que ella y la mataría.
La oscuridad crecía a medida que mi grito se volvía más agudo, note la energía sónica arremolinarse a mi alrededor, sentí mi pelo flotar en la corriente de energía y noté cómo mis colmillos se afilaban, estaba transformándome en un monstruo y no me importaba, pero alguien me detuvo. Miguel estaba de pie frente a mí mirándome con expresión preocupada.

- Mi pequeña, no lo hagas, no es la solución, detente antes de que sea demasiado tarde – era demasiado tarde para parar, ya podía sentir el flujo del poder reptando por mis venas y mis nuevos colmillos. De repente sentí una oleada de felicidad, supe enseguida que había sido obra de Miguel, éste se acerco a mí y me abrazó, eso era lo único que necesitaba la banshee que hay en mí, para luchar contra la furia, noté en mi interior como se libraba una gran batalla, pero ya sabía que ganaría el bien, porque yo no era ningún monstruo y no debería haber perdido los estribos de esa manera.
Cuando me relajé en brazos de Miguel, pude escuchar cómo me tarareaba una canción, y me concentré en la bella melodía mientras la furia daba dentro de mi cuerpo sus últimos coletazos.
Miguel había detenido el cambio, pero no sabía si por mucho tiempo, aunque algo dentro y fuera de mí había cambiado por completo, ahora tenía colmillos, muy parecidos a los de los vampiros y, en ese instante, mientras la calma me inundaba, sentía cómo se iban retrayendo, sentí un dolor profundo en mis orejas y me aparté del Avatar para poder tocarlas, ahora parecían las orejas de un elfo, el tamaño era el mismo que tenían antes pero estaban puntiagudas y las puntas sobresalían dejándose ver a través de mi pelo.

- ¿Qué ha pasado? – pregunté desorientada mientras la puerta del dormitorio se venía abajo con gran estruendo. Evan y Kaly entraron con los colmillos desenfundados y posicionándose para el ataque. Los detuve con una mano y Miguel, que estaba de espaldas a ellos y no se había inmutado, giró para prestarles atención – este es el Avatar – expliqué a mis compañeros, que se veían de lo mas aturdidos.

- Lo que te ha pasado pequeña mía es que has estado a punto de sucumbir a la tentación y a dejar libre a la furia que llevas dentro, lo has detenido a tiempo, pero algunos de los cambios fisiológicos se han llevado a cabo – rápidamente toqué mi espalda buscando las alas, gracias a Dios ese cambio no se había producido.

- ¿Qué demonios ha pasado? – preguntó Evan todavía desconfiado. Les expliqué todo lo que había sucedido, dejando a un lado mi noche de placer con Shane.

- ¿Cómo nos ha localizado? – preguntó Kaly perpleja mientras daba vueltas por la habitación.

- Debo marcharme – dijo Miguel mientras besaba mi frente – no te rindas, si te transformas en furia todos estaremos perdidos, Shane también – dicho eso comenzó a desvanecerse y nos dejó a los tres solos en el dormitorio. Me senté sobre la cama y pude sentir todavía el calor que había dejado el cuerpo de Shane y el mío en las sábanas.

- Tenemos que largarnos de aquí, ir a un lugar más seguro – dijo Evan mientras olfateaba el aire, luego debió de captar mi esencia y gritó con una rabia inhumana mientras nos sobresaltaba a Kaly y a mí.

- ¿Qué cojones te pasa? ¡Pareces una jodida banshee! – gritó Kaly, luego se dio cuenta de lo que había dicho y me pidió disculpas con los ojos, yo la miré divertida mientras le lanzaba miradas furibundas a Evan, éste corrió y se arrodilló frente a mí.

- Ya no eres virgen, puedo sentirlo – dijo entre dientes. En ese momento lo que menos me interesaba era preocuparme por los celos de Evan.

- No, ya no lo soy, deja de interrogarme, no tengo tiempo para discutir esto contigo, sabes que amo a Shane y que no voy a parar de buscarle – le dije fulminándole con la mirada, él apartó la suya y se levantó.

- Tienes razón, no es el momento – dijo muy poco convencido.

- ¿Qué le ha pasado a tus ojos y a tus orejas? – preguntó Kaly acercándose para tocarme la cara y haciendo que Evan me volviera a mirar preocupado y agrandando los ojos.

- Efectos secundarios – dije muy avergonzada, había puesto a todo el mundo en peligro. No me sentía digna de su atención y su dulzura - ¿Qué le pasa a mis ojos?

- Son rojos, casi granates, y tus orejas son… puntiagudas – eso último lo sabía y lo de los ojos no me sorprendía lo más mínimo, cuando me duchara haría un chequeo más exhaustivo de mi cuerpo.

- También tengo colmillos, como los vuestros – dije extendiendo los míos. Evan se quedó perplejo mientras miraba y sentí una sensación cálida y lujuriosa recorrer mi cuerpo, ¿se había puesto cachondo? Sí, mire sorprendida a sus pantalones y pude darme cuenta que estaban luchando por contener algo cada vez más duro. Evan se sentó en el suelo y me miró avergonzado, yo sentí mi propia lujuria recorrer mi cuerpo, pero solo lujuria, no era como con Shane. Sabía que esto pasaría tarde o temprano y para mi desgracia estaba respondiendo a la pregunta que me había hecho tantas veces ¿me volveré adicta al sexo como las hadas o seré más humana en ese sentido? Para mi gran y más absoluta desgracia me sentía más como un hada en celo que como una humana.
No debería estar pensando en esto en esos momentos, pero ahí estaba yo, controlando mis hormonas, ellas no entendían de amor, solo entendían de sexo y placer.

- No le culpes – dijo Kaly sacándome de mis cavilaciones – sabes que los vampiros solo bebemos unos de otros para realizar una conexión por lazo de sangre, nuestra sangre no nos sabe muy bien y no es bueno que la tomemos, no es que sea asquerosa ni nada, pero no es… potable – hizo una pausa sopesando sus siguientes palabras y prosiguió su explicación – el placer más extremo para un vampiro es que te muerdan y te chupen la sangre durante el sexo, también es placentero hacerlo nosotros y morder a nuestras parejas, siempre que no sean vampiros, pero es mucho mejor cuando te muerden – sabía de muy buena mano el placer que daba que un vampiro te mordiera durante el sexo e imaginé que para ellos tendría que ser igual de satisfactorio – pero como sabrás nosotros somos los únicos seres que… bebemos sangre y… bueno, casi ninguno de nosotros ha probado ser la merienda… ¿me entiendes? – dijo sonrojándose ¿Kaly avergonzada? Esto sí que era nuevo. Entendí perfectamente a qué se refería y por lo que Evan se había puesto tan cachondo, así que cambié de tema rápidamente.

- Tenemos que irnos, ¿Dónde pensáis que podemos estar seguros? – les pregunté a ambos, que se habían dejado caer en el agujero de sus imaginaciones y pensamientos.

- Creo que primero tendríamos que ir a SubMundo para dar un parte a Black – dijo Evan aclarándose la voz e intentando apartar de su mente, las más que seguras imágenes de sexo y sangre, que le rondaban por la cabeza encendiendo sus instintos.

- Creo que lo primero es saber si eres o no capaz de alimentarte de sangre – dijo Kaly.

- ¿Qué? ¡No! – dije inmediatamente poniéndome de pie. Una vez que Kaly lo había dicho me dió por mirar su cuello, sentí asco de mí misma, mi maldita boca se hacía agua. Kaly debió de ver algo en la expresión de mi cara y se puso tensa. ¿Estaba asustada de mí?

- ¿Cómo has hecho eso? – preguntó dando un paso atrás.

- ¿El qué? – pregunté apartando mi mirada de su cuello y atrapando sus ojos.

- Tus ojos se han puesto más rojos – contestó mientras se volvía a relajar. Lo que me faltaba ahora era tener sed de sangre y que mis compañeros me tuvieran miedo.

- Creo que tienes razón, debería probar la sangre…

- Muy bien, hazlo conmigo – me interrumpió Evan. Le miré con el ceño fruncido y sentí cómo se sonrojaba avergonzado, sabía perfectamente que si mordía a Evan podría pasar de todo.

- Kaly, dame tu muñeca – le dije a Kaly, que rápidamente se acerco a mi lado tendiéndome su brazo.

No me detuve demasiado, sabía que si lo pensaba me daría asco o sentiría cualquier otra reacción involuntaria y no sería capaz de morder. Clavé mis afilados colmillos en la muñeca de Kaly, esta gimió y se retorció, placer, era lo que sentía, pero yo tampoco me quedaba atrás, sentir su sangre fluyendo dentro de mí me daba poder y una sensación increíble de superioridad, no me di cuenta de que estaba matando a Kaly hasta que recibí un fuerte empujón de Evan que me apartó de ella.
Cayó fulminada sobre el suelo y me lancé sobre ella para sacudirla y reanimarla, esta abrió los ojos y me sonrió con sus colmillos extendidos.

- Ha sido alucinante, a Shane le va a encantar – dijo mientras se reía, yo no pude reprimir una carcajada, mi amiga era demasiado despreocupada y eso cada día me gustaba más. Evan dio un gruñido exasperante y maldijo en seis idiomas diferentes, luego pensé en Shane y mi humor se rompió en pedazos. Kaly debió de ver mi expresión desolada y me tocó la mejilla con su mano – lo vamos a encontrar, te lo prometo.

- Espero que sea así, o esto se va a poner muy feo – dije más para mí misma que a ellos.

- Bueno, creo que deberíamos irnos al instituto – dijo finalmente Evan mientras me cogía por los hombros y me ayudaba a levantarme.

- Sí, tienes razón, voy a recoger mis cosas – les dije mientras les acompañaba a la puerta, o lo que quedaba de ella – esperadme abajo.

Cuando se marcharon me dirigí a la mesilla a coger mis pendientes y algunos objetos más que tenía desperdigados, luego me miré al espejo. ¡Oh Dios mío! ¡Estaba en ropa interior y no me había dado cuenta! Recapitulando me di cuenta de que me había puesto las braguitas y el sujetador antes de que Shane y yo nos quedáramos dormidos, luego no me había vuelto a acordar, el rubor subió por mis mejillas al darme cuenta que tanto Miguel como Evan me habían estado viendo casi desnuda, menos mal que llevaba el conjunto azul eléctrico, no era el más cómodo, pero sí el más bonito y sexy de todos, otra vez el rubor inundó mis mejillas. Aparté ese pensamiento y recogí los vaqueros que había sobre mi cama para ponérmelos.
Una nota de papel cayó al suelo, la recogí y la leí atentamente.

Pronto iré a buscarte Shane, y no podrás impedírmelo, nuestro reencuentro será muy dulce.
Te desea D.N

Si no hubiese sido de la Dama Negra me habría puesto celosa, sin embargo me cabreé tanto que apreté y arrugué el mensaje con la mano tanto que no estaba segura de que se pudiera volver a leer. La Dama había cumplido su amenaza, pero yo cumpliría la mía.

6 comentarios:

Isabel dijo...

Que capitulo! Estuvo increible. Me alegro de que haya sido cn Shane con quien lo haya echo, xq Evan me gusta pero Shane es mucho Shane xDD

Esto cada vez se pone mas interesante.. ya estoy deseando q llegue el lunes!
Besos!

karoru dijo...

ooo gracias dawn por responderme
cada vez esta mejor
no quiero k termine T_T

sofia dijo...

el capitulo estubo genial
felicitaciones tu historia cada vez se pone mejor :)

Anónimo dijo...

geniall el capituloo dawnn de lo mejorr,, pro finn pasoo con shanee,,,, graciessssss,, cada ves ma semocionantaeeee....

Kiara dijo...

El mejor de todos los capítulos, estuvo fabuloso, te luciste realmente, Dawn!!
*-* no puedo esperar para el final!!

T_T ojalá rescaten a Shane en este libro, si no, moriré!!!

Anónimo dijo...

hola dawn, creo que tambien deberias hacer un concurso para ver a dawn (je je), con sus nuevos cambios.
PDT: el mejor cap. de todos