jueves, 11 de junio de 2009

CAPITULO DOCE

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Al día siguiente y a dos días del eclipse, la gente del instituto estaba tan tranquila como siempre, la noche (bueno, el día) anterior no había podido dormir pensando en Josh, estaba preocupada y nerviosa, pero intentaba aplacar mis nervios para que Kaly y Hugo no sospecharan que me ocurría algo malo.
Estábamos desayunando en la cafetería de la casa y conversando de todo y de nada.

- Cada vez controlo mejor mi sentido del olfato, estoy casi segura de que es mi don especial – le dijo Kaly a Hugo, que bebía de su tercera copa de sangre.

- No estoy muy seguro, todavía te cuesta mucho trabajo localizarme – dijo mientras sonreía con autosuficiencia.

- Yo pensé que tu don era la seducción – le dije a Kaly, había observado que era capaz de seducir a cualquier hombre o mujer que se le pusiese delante.

- Yo también, pero mi sentido del olfato se ha agudizado mucho ¿es posible que tenga dos dones? –preguntó.

- No, quizás lo de la seducción sea algo natural que viene de familia –dijo Hugo.

- Soy la única que consigue olerte completamente cuando estás en tu otro estado, el don tiene que ser mi olfato – dijo Kaly muy convencida.

- ¿Qué estado? – pregunté mientras terminaba mi hamburguesa.

- Yo y mi hermano Fran somos capaces de convertirnos en humo – dijo Hugo sorprendiéndome.

- ¿Tu hermano? – pregunté

- Si, él es tres años mayor que yo y somos los únicos vampiros que compartimos un mismo don, aunque solo es práctico para evitar que te claven una estaca y ocultarte.

- No seas quejica, peor es no tener ninguno – dijo Kaly – él siempre había querido un don que le permitiera atacar pero ha de conformarse con uno defensivo – me dijo encogiendo los hombros.

- El don más increíble que hay es el que tiene Shane Darkness – dijo Hugo con envidia – es capaz de torcer la voluntad de cualquiera – luego me miró y se corrigió – bueno, la de cualquiera menos la tuya “cabeza dura” – mi mote hizo que rompiéramos en risas y que los nervios de mi estomago se disiparan durante un rato.

Las clases fueron de los más normales y la profesora Stock no volvió a venir a nuestra aula. Cada vez tenía más esperanzas de que todo saliera bien, y estaba convencida de que, fuera como fuera, sacaría a Josh y al padre de Shane de donde estuvieran retenidos, no pensaba dejar a mi mejor amigo a merced de la Dama Negra.

Shane se acercó a mí en la clase de defensa y me pasó una pequeña nota sin que nadie se diera cuenta.
Cuando salí del gimnasio y estuve sola en uno de los pasillos del edificio central, desplegué la nota con impaciencia, había estado toda la cales de defensa deseando poder leerla.

A media noche en el despacho de la directora, prepara una mochila con ropa y algo de comer.

Quedaban dos horas para las doce, así que me excusé con Kaly y Hugo y pasé por la cafetería a coger disimuladamente tres bocadillos de jamón y queso y una botella de agua.
Una vez en mi dormitorio metí la comida y algo de ropa en la mochila. Cuando terminé de colocar las cosas en la mochila me di cuenta de que me había dejado un cuaderno de clase en el fondo y que ya no me entraban ninguna otra camiseta, pero por no volver a deshacerla para sacar el maldito cuaderno, lo dejé pasar.
No sabía qué era lo que pretendía la directora haciéndonos llevar ropa y comida, pero no creía que nos sacaran del instituto, quizás solo quisieran escondernos en algún lugar oculto de SubMundo.

Me dirigí al despacho de la directora Black y di gracias a Érebo de no cruzarme con nadie por el camino. Llegué a su puerta y llamé muy suavemente con los nudillos, los vampiros tiene un increíble oído y como era de suponer no hacía falta que aporreara la puerta de madera maciza.
Cuando entré, Shane ya estaba sentado en uno de los butacones que se situaban justo enfrente de la mesa de roble de la directora.

- Siéntese Srta. Summer – dijo esta con su agradable y tranquilizador tono de voz – estaba diciéndole al Sr. Darkness que voy a sacarles del instituto esta noche – no me podía creer que nos fueran a sacar del único lugar donde teníamos protección.

- Pero eso sería como dejar fuera de la jaula a un ratón – dijo Shane anticipándose a mis palabras.

- Ellos piensan lo mismo que usted y no se imaginarán que han salido de la escuela, solo pensarán que están escondidos – hizo una pausa y prosiguió – por lo tanto perderán el tiempo buscándoos dentro de SubMundo.

- ¿Y si nos localizan fuera? – pregunté sintiendo un nudo en la garganta.

- Eso no sucederá, creo que se cuáles son los planes de la profesora Stock, creo que el día del eclipse traerán al padre de Shane para ponerle una trampa.

- Y también a mi amigo Josh – le dije a la directora, que agrandó sus ojos en sorpresa, así que le expliqué lo de las cartas que había recibido el día anterior.

- Bueno, rescatar a una persona es complicado y rescatar a dos se hace casi imposible, pero lo intentaremos. La Dama os quiere para que os unáis a su séquito no creo que quiera matar a ninguno de sus rehenes… aunque… - sabía lo que iba a decir y creo que mi corazón se detuvo esperando sus próximas palabras, que me golpearon en el pecho como un mazazo – puede que quiera matar a tu amigo humano para que te conviertas, no debes hacerlo o todos estaremos en peligro, intentaré ayudar a ese chico. Te lo prometo.

Sus palabras parecían sinceras, pero el miedo se había apoderado de mi cuerpo y de mi mente, no era capaz de pensar con lucidez, todo lo que se me venía a la cabeza era la muerte de Josh, mi sufrimiento y mi ira comenzaban ya a palpitar bajo mi piel.

- Os voy a trasportar con el portal Owëd a un pequeño apartamento que tengo. No deben salir por nada de mundo ¿entienden?, yo me ocuparé de mandarle sangre a través el portal – dijo mirando a Shane – ahora preparaos – dijo mientras se levantaba y sacaba de una pequeña cajita unas bonitas runas de plata, había oído hablar de los portales Owëd, pero nunca había visto ninguno.

La directora colocó las piedras en línea recta sobre el suelo y luego pronunció unas palabras en una lengua extraña que no llegué a identificar.
Acto seguido una puerta plateada se materializó en la sala. Sin más palabras, Shane y yo cogimos las mochilas y nos adentramos en ella, le dejé a él ir primero, no quería ser la primera en encontrarme con alguna sorpresa desagradable.

3 comentarios:

Isabel dijo...

Se me hizo super corto el cap! xD Ya estoy deseando el 14... Woaaa aora Dawn y Shane estaran solitos en una casa ^^ diiios me encanta como escribes, me e enganchado de una manera...

Antonia dijo...

wow! me encantaaaaaaaa kiero leer massssss jajaj

AlAnAe dijo...

K CORTO!!!!!!!!! estoy deseando leer mas... por favor pon mas capitulos....