jueves, 11 de junio de 2009

CAPITULO ONCE

Quedaban tres días para el eclipse de sol y no había vuelto hablar con Shane desde que habíamos estado hablando en mi dormitorio, hoy iba a ser un día muy largo, se celebraba el baile del solsticio de invierno y me había levantado con el terrible presentimiento de que algo malo iba a suceder (sin contar con tener que ponerme un maldito vestido).
Las clases fueron más cortas y no tan aburridas como siempre, había empezado a controlar mejor mi don y ahora era capaz de mantener paralizadas a siete personas durante dos minutos, tiempo que en caso de ataque, utilizaría para correr y esconderme.
La directora Black se pasaba de vez en cuando por el comedor para preguntarme como llevaba mi nueva vida de Banshee. La verdad era que la mayoría de cambiaformas y vampiros lo habían aceptado muy bien pero las hadas… bueno, ya imaginaba como se lo tomarían después de haber escuchado la historia de Evelyne y realmente tenía miedo de acabar como ella. Según la directora no tenía por qué preocuparme por la corte Fair, que así se llama el consejo de las hadas, porque la diferencia entre Evelyne y yo era que yo no pertenecía al dios Éter y el consejo Oscuro no dejaría que nadie me hiciera daño.
Aunque lo que más me preocupaba no era la opinión de los consejos, a lo que más temía era a la Dama Negra, ella era lo suficientemente poderosa como para no regirse por ninguna otra ley que no fuera la suya, por eso los tres consejos la temían más que a cualquier otra cosa.

Subí a mi dormitorio para darme una ducha, dejé los libros en mi escritorio y comencé a desvestirme. Me había quitado la camiseta y los vaqueros y estaba en ropa interior cuando vi sobre mi mesilla de noche un pequeño jarrón de cristal, yo no tenía nada parecido y no creía que Kaly me lo hubiese traído. Una sensación profunda recorrió mi cuerpo bañándolo con un frio aterrador. Algo no estaba bien, reconocía esa sensación, sucedía siempre que había algún peligro importante cerca de mí. Evan. Él era capaz de transformarse en un objeto inerte. Antes de que acabara de reflexionar, el jarrón se desmaterializó convirtiéndose primero en humo y después en una figura. Evan Shadows estaba de pie frente a mí.
Mis reflejos no son ni mucho menos parecidos a los de los vampiros y antes de que pudiera gritar el voló a gran velocidad situándose detrás de mí y poniéndome una mordaza en la boca.

- Por fin tú y yo solos – dijo en mi oído, al principio no me había preocupado estar en ropa interior pero ahora, tan cerca de él, me aterraba – ya sabes lo que quiero, te doy la última oportunidad para hacerlo por las buenas, nunca he mordido a una hada y mucho menos a una Banshee, dicen que tu sangre puede ser embriagadora – dijo mientras recorría mi cuello con su boca, estaba asustada, pero no se lo iba a poner fácil, aunque lo que realmente me aterraba era que me dejara inconsciente, no caería sin luchar hasta el final.

Me lanzó sobre la cama y comenzó a tocar mi pecho, sentía arcadas cada vez que me besaba por el cuerpo y cada vez que me tocaba. Le propiné un rodillazo pero no dio en el blanco, así que mantuve las piernas cerradas para evitar que se situara entre ellas y me inmovilizara. Mis muñecas estaban sujetas por una de sus manos y cada vez que las forzaba para deshacerme de su agarre las apretaba mucho más, lanzando dolorosos calambres por mis brazos.
Intenté relajarme para poder pensar con claridad y deseé que Kaly entrara por la puerta como siempre hacía, sin llamar, y que le detuviese antes de que fuera demasiado tarde, pero cuando vi que sus pantalones estaban en el suelo no pude evitar volver a perder los nervios y en ese momento recordé lo que me había dicho la directora Black, un dolor o una pena intensa puede hacer que pases de ser un Banshee a una Furia en cuestión de minutos. No quería que eso sucediera pero en el fondo de mi alma sabía que si la violación se consumaba estaría perdida.
Le miré a los ojos mientras me besaba encima del pecho y le odié con todas mis fuerzas, iba a conseguir destrozarme la vida y convertirme en un monstruo, mis ojos se llenaron de lágrimas pero no aparté la mirada de los suyos.
Un movimiento brusco de Evan llamó mi atención y parpadeé fuerte para aclarar mi visión, sentía su entrepierna dura presionando mi muslo pero no era eso lo que había pasado. Él había dejado de besarme y me miraba con ojos aterrados.
Ya está, ya había sucedido, era una Furia y me estaban creciendo las alas o algo más extraño.
Evan saltó fuera de la cama dejando mis manos libres, no le quité un ojo de encima mientras me tapaba el pecho con una camiseta que había encima de la cama.

- ¡Para! – Dijo con voz ahogada – para por favor, no me volveré a acercar a ti ¡pero para! – ¿que parara el qué? No estaba haciendo nada - ¡PARA DE HACER ESO, POR FAVOR! – gritó mientras se echaba al suelo y se retorcía.

En ese momento fui consciente de lo que estaba haciendo, estaba generándole un dolor inhumano y me gustaba, seguí deseándole más dolor y gritó, gritó fuerte y duro.

Luego lo que pasó después fue muy confuso, Kaly y Shane aparecieron en la puerta como por arte de magia, pero yo no aparté los ojos de Evan, y seguí con mi tortura, me sentía bien, sentía que era lo correcto, que había que castigarle por intentar violarme y que debía matarle para que no lo volviera a hacer nunca.
Una dulce voz me desconcentró un poco y libere parte del agarre mental que tenía en Evan.

- Dawn no lo hagas, no le mates, no eres una asesina – Era Shane y su voz recorría mi cuerpo como un bálsamo hidratante aplicado después de una quemadura solar, se sentía fresco y relajante.

¿Qué me había pasado? Había intentado matarle. Yo no era así. Aparté mis ojos de Evan y solté mi agarre invisible, este se relajó y se quedo tendido jadeando en el suelo.
Mire a Shane, que estaba a mi lado, yo todavía estaba en braguitas y sujetaba con mi brazo derecho una camiseta contra mi pecho desnudo. En ese momento no me importó y le abracé dejando caer la camiseta. Al principio, confuso, no me devolvió el abrazo pero después me apretó contra su pecho con fuerza, en ese momento no pude evitar que mis lágrimas y sollozos llenaran el silencio de la habitación.

- Voy a llamar a la directora – dijo Kaly mientras se marchaba y cerraba la puerta. Evan, ahora inconsciente, seguía tendido en el suelo.

- ¿Estás bien? – ¿Qué pregunta es esa? Se veía a la legua que no estaba bien, había estado a punto de convertirme en un monstruo.

- No, he estado a punto de matar a alguien y no me hubiera importado hacerlo – le dije mientras me soltaba de su abrazo dándome la vuelta rápidamente para ponerme la camiseta. Aunque no me tenía que haber molestado en hacerlo porque los ojos de Shane estaban fijos en Evan, y desprendían odio y rabia.

- Lo siento mucho Dawn – dijo mientras volvía a mirarme y se sentaba en la cama junto a mí.

- Tú me has salvado de convertirme en una criatura monstruosa – le dije con mi mejor sonrisa para estos casos.

- El… contigo… llego a… - vaya, esto sí que era raro, Shane Darkness sin palabras ni arrogancia.

- No, él no llego a violarme – le dije intentando encontrar sus ojos verdes, pero tenía la mirada perdida en su regazo – tranquilízate, estoy bien - ¿Por qué le importaba tanto? No es que me molestase, todo lo contrario, pero no entendía esa preocupación tan repentina por mí, ¿también tendrían los vampiros miedo de que me convirtiera en furia?
Antes de poder preguntárselo la puerta se abrió y la directora Black entró en la habitación como un rayo.

- ¿Está bien? – preguntó acercándose a mí y levantándome la cara con sus dos manos. Ni si quiera miró al bulto tendido sobre el suelo.

- Sí, pero él no – dije señalando con el dedo hacia donde estaba Evan, parecía que comenzaba a moverse.

- Algo raro pasa… - dijo la directora mirando por toda la habitación y centrando sus ojos en Evan – él no haría algo así por propia voluntad… es prepotente y un poco estúpido pero no haría algo así – no sé por qué yo también tenía esa extraña sensación.

La directora levantó a mi agresor de suelo y lo sentó en la silla de mi escritorio. Kaly se había quedado fuera del dormitorio custodiando la puerta y solo estábamos nosotros tres.

- Huelo magia de hadas – dijo Black intentado que Evan centrara sus ojos en ella. Se veía perdido y desorientado, cuando por fin consiguió hablar sus palabras fueron un mazazo contra mi estómago.

- ¿Qué hago aquí? – Le preguntó a la directora Black, que rápidamente se irguió sobresaltada, la ira fue evidente en su rostro - ¿Qué ha pasado? ¿Por qué me siento como si me hubiese caído desde un séptimo piso? – siguió preguntando Evan.

- ¿Qué es lo último que recuerdas? – preguntó la directora con voz neutra.

- Que ella me dio una patada en las pelotas y luego me fui a ver a la profesora Stock para que me diera algo para el dolor – cuando escuchamos el nombre de la profesora Stock, Shane y yo nos miramos atónitos y la directora Black se dio cuenta de nuestra silenciosa conversación.

- ¿No recuerdas nada más? ¡Eso pasó hace un mes! – dije atónita.

- ¡¿Qué?! – Grito Evan - ¡eso es imposible!

- Evan ve a descansar a tu dormitorio, cuando despierte venga a verme a mi despacho y hablamos, ahora necesita dormir – dijo la directora Black mientras le ayudaba a ponerse en pie y abría la puerta. Allí estaban Hugo y Kaly con expresiones nerviosas, les di un asentimiento mientras la directora les encargaba meter a Evan en su cama.
Después se cerró la puerta y Shane y yo no quedamos a solas con Black.

- Algo extraño está pasando aquí y creo que vosotros dos sabéis algo – dijo moviendo la silla donde antes había estado Evan y sentándose frente a nosotros que seguíamos aplastados en los pies de la cama.

Miré a Shane y él asistió con la cabeza dándome luz verde para hablar, le conté a la directora toda la historia y lo que sospechábamos de la profesora Stock. También le describí lo que había pasado con Evan en la habitación y sus otras amenazas. Shane se revolvía incómodo mientras le relataba el intento de violación a la directora.

- Lo primero es felicitarla por su nuevo poder, se le denomina estallido psiónico y cómo has podido ver, es realmente útil – dijo sonriéndome, luego volvió su mirada para observarnos a los dos y prosiguió - la profesora Stock eligió una buena cabeza de turco para lanzar su hechizo, Evan es arrogante y prepotente, pero no es una mala persona – dijo esto mirando a Shane, luego volvió la mirada hacia mi – os están cazando, y yo no puedo hacer mucho para ayudaros porque no tenemos pruebas para acusar a Stock, creo que han intentado convertirte en una Furia para que ataques SubMundo desde dentro y seguramente la desaparición de su padre – dijo mirando a Shane – no es ninguna coincidencia.

- ¿Qué hacemos? – preguntó Shane

- De momento id a al baile como si no hubiese pasado nada y evitad que quienes están implicados en esto sospechen que lo sabemos – dijo la directora – mañana por la noche os localizaré para contaros el plan. Tengo que pensar en algo que podamos hacer para sacaros de este lio y rescatar al Sr. Darkness – dijo más para ella misma que para nosotros.

- Está bien – dije no muy convencida de que ir al baile fuera una buena idea, bueno, en realidad era lo mejor que podíamos hacer, pero buscaba cualquier escusa para no ir al jodido baile.

- Iremos juntos al baile – dijo Shane

- No –contestó la directora antes de que pudiera hacerlo yo – si os ven juntos sospecharan, ¡maldita sea! Si yo ni siquiera sabía que os conocíais – dijo algo sorprendida – es una ventaja de la que no podemos prescindir.

- Está bien – dijimos Shane y yo al unísono.

Después de que se marcharan me metí en la ducha, todavía estaba temblando, pero no era por el miedo o por el intento de violación, me sorprendí a mi misma pensando en Evan, en lo que le podía haber hecho. Me sentía mal, él no había tenido la culpa, ni siquiera recordaba todo lo que había pasado en estas últimas semanas, tarde o temprano tendría que hablar con él y disculparme ¿o no?, tampoco es que haya sido un encanto conmigo nunca, pero la verdad es que me sentía culpable y no podía dejarlo correr. De todas formas no creía que el hechizo que lanzaron sobre Evan hubiera estado dirigido en un primer momento hacia mí, él era el compañero de cuarto de Shane y cuando Stock lo hechizó yo todavía no era del interés de la Dama Negra. ¿Qué pretendían al hechizar a Evan? Cuando el objetivo fui yo estaba claro lo que querían, pero lo de Shane no terminaba de encajar. Quizás lo hiciesen para espiarle o para raptarle y apartarle de la gente el día del eclipse, estaba claro que Shane confiaría en Evan para ir solos a algún sitio y allí le cogerían.
Tarde o temprano lo averiguaría, pero ahora mi cabeza no dejaba de dar vueltas a todo como si fuera una película.

Una hora y media más tarde estaba ya vestida con el traje negro con detalles naranjas que me había comprado mi madre haciendo juego con mis ojos. Les había explicado a Hugo y Kaly lo que había pasado con Evan pero procuré no entrar en detalles, por el momento no podía fiarme de nadie.
Estábamos entrando en el salón principal donde se celebraría el baile del solsticio cuando divisé a Adam y Riley.

- ¿Qué tal? – les pregunté algo avergonzada, no había vuelto a verlos desde la fiesta en la que Adam y yo habíamos estado besándonos.

- Genial – contestaron al unísono – estas guapísima – dijo Adam.

- Gracias – dije mirando avergonzada a Riley, que parecía importarle un pimiento que Adam me mirara con esos ojos.

- No me mires así, Adam y yo lo hemos dejado – dijo Riley tan tranquila. Tenían una relación de lo más extraña.

- Oh vaya… - dije ¿Qué diablos querían que dijera? ¿Lo siento? O ¿enhorabuena?

Kaly cambio de tema rápidamente y los cinco nos fuimos acercando a la mesa de la comida para picotear algo de cena. No podía evitar buscar a Shane por toda la sala, necesitaba verle, me había enamorado de un tipo que no me convenía y que jamás dejaría a su séquito de lobas por un chica, pero por desgracia para mi, los sentimientos no se pueden controlar. Todavía no había llegado a la fiesta.

Después de comer un poco y cruzar miradas con algunas hadas poco amigables, un señor se acerco a mí con dos sobres.

- Srta. Summer, esto acaba de llegar – dijo entregándome uno de los sobres – y este otro llegó hace una semana pero se nos extravió, lo siento de veras – se disculpó entregándome el segundo sobre y marchándose por donde había venido.

Me aparté del grupo con el que estaba hablando y fui a sentarme sola en uno de los sofás del salón. Abrí el primer sobre, el que se suponía que había llegado antes. Era de Josh.

Hola Dawn:

¿Cómo estás? Yo estoy bien, el trabajo en el taller me encanta y por casa las cosas siguen igual, desde que no estás ya no me meto en tantos líos.

El día que te marchaste no fui capaz de decirte algo muy importante que llevo tiempo deseando confesarte. Te quiero Dawn, y no solo como una amiga. Te echo mucho de menos, desearía poder estar contigo y que sintieras lo mismo que yo siento por ti, sé que nunca has sentido otra cosa que no fuera amistad, pero también sé que si pudiera pasar más tiempo a tu lado y demostrarte lo que me importas podría llegar a conquistarte.
Wuaohhh, no me creo que te haya puesto todas estas cosas tan cursis, pero es lo que siento y creí que deberías saberlo.
No me olvides. Yo nunca lo haré.

Te quiere, Josh.


¡Oh dios mío!, en el fondo de mi corazón siempre supe que Josh sentía algo más que una simple amistad por mí, pero nunca me lo planteé seriamente.
Lo que más extraño me resultaba era que realmente le echaba de menos y que me gustase o no también sentía algo por él y no era solo amistad, aunque tampoco amor, me había dado cuenta de mis sentimientos hacia él mientras leía la carta y deseaba que estuviera conmigo.
¿Por qué se complican tanto las cosas? ¿Estoy confundiendo mis sentimientos? ¿De quién estoy enamorada y por quién solo siento lujuria o amistad?
Volví a pasear la mirada por el gran salón y por fin localicé a Shane, estaba con una vampiresa rubia muy bonita a la que tenia sujeta por la cintura mientras besaba su cuello. Shane Darkness no me convenía, era demasiado arrogante, prepotente, creído y mujeriego.
Pasé rápido a sacar la otra carta, esta vez era de mi madre.

Querida mía:

Tu padrastro y yo ya nos hemos enterado de que eres una Banshee y queremos que sepas que siempre tendrás nuestro apoyo, estamos muy orgullosos de ti y de que Érebo te haya bendecido con su luz, no hagas caso a quien te diga lo contrario.
Tengo una mala noticia que darte, pero sé que pronto se solucionará, así que no te preocupes demasiado.
Tu amigo Josh ha desaparecido, hace tres días que no se sabe nada de él, pero como es mayor de edad la policía no se va a implicar, supongo que se habrá marchado con alguna chica sin decir nada y que volverá pronto, pero no te preocupes, yo te avisaré cuando sepa algo.
Te queremos,
Marcus y Loil.


La mano en la que sostenía la carta había comenzado a temblar de manera exagerada. Mi garganta estaba seca y mis ojos comenzaban a inundarse con lágrimas. Esto no era una maldita coincidencia.
Tenía que hacer algo pronto, tenía que encontrar a Josh antes de que le hicieran daño. Siempre te das cuenta de que realmente quieres a una persona justo en el momento en que sabes que la has perdido. No perdería a Josh. No lo permitiría.
Noté la ira fluir por mi cuerpo como si fuera una serpiente enroscándose por debajo de mi piel, mi corazón latía descontrolado lleno de ira y temor.
Alguien sujetó mi mano y agarró la carta, hice un amago de recuperarla hasta que vi que era Shane quien estaba a mi lado.

- ¿Qué ocurre? – me preguntó, yo le señalé la carta que tenía en su mano para que la leyese, era totalmente incapaz de hablar. El la leyó y después me miró con el ceño fruncido.

- ¿Es tu novio? – más que una pregunta pareció una acusación. ¿Era Josh mi novio? Seguía sin poder hablar, así que le di la otra carta, sabía que la leería tarde o temprano y no tenía por qué esconderlo. La examinó cuidadosamente con una expresión ilegible en su cara. Yo no dejaba de tocarme el colgante con la piedra roja que me había regalado Josh el día que me marche.

- Bueno, veo que no lo es – dijo con el ceño todavía fruncido. Juraría que estaba feliz por esa nimiedad cuando dos de nuestras personas más queridas estaban desaparecidas y seguramente secuestradas y retenidas por la Dama Negra.

- Lo que Josh y yo seamos o sintamos no es asunto tuyo – le escupí arrancándole las cartas de las manos – además se supone que no deben vernos juntos, vuelve con tu rubia antes de que alguien sospeche – me lanzó una media sonrisa que casi me deja sin respiración ¿Era legal ser tan guapo?

- ¿Estás celosa? – ¿Era legal ser un gilipollas egocéntrico? Este tío conseguía sacarme de mis casillas con solo dos palabras ¿Cómo demonios lo hacía? Lo que más me molestaba era que quizás tenía razón y estaba algo celosa, pero seguía sin entender por qué sentía celos, no es más que un idiota engreído, presuntuoso y pedante.

- Ni en tus sueños, aprendiz de Casanova – genial, ya tenía un mote, pude ver como entornaba sus ojos con fastidio cuando señalé la palabra aprendiz como si fuera un insulto, un mote no sería un mote si no fastidiara un poco a la persona a la que se lo llamas.

- Sé que me deseas – dijo levantándose del sofá y sonriéndome de forma juguetona – me voy con mi rubia. Ya nos veremos – le dije adiós con un asentimiento de cabeza y divisé a Riley, que nos miraba de forma extraña desde la barra de bar que había en el centro de la sala.

No me gustó su mirada, había algo oscuro y extraño en ella. ¿Podría estar celosa? La había visto más de una vez rondando a Shane y besándose con él, pero últimamente este parecía haber dejado de lado a muchas de sus seguidoras y se centraba solo en una pocas.
Lo que me faltaba era que Riley me odiara.
Todavía no la había visto cambiar de humana a halcón, pero en ese momento y con esa mirada en su cara, preferiría que no lo hiciera, seguramente me sacaría los ojos de un picotazo.
No veía por ningún sitio ni a Hugo ni a Kaly, así que imaginé que habían encontrado a alguien con quien pasar el rato, Hugo no era un tipo promiscuo, todo lo contrario, pero de vez en cuando hay que echar una canita al aire y la cambiaformas morenita que había estado hablando con él, antes de que llegara el hombre con las cartas, tampoco estaba en la sala. Bien por ellos.
Yo ya estaba cansada y tenía ganas de irme a dormir, así que salí del salón con un grupito de vampiros que también se dirigían a la casa.

Una vez que estuve en mi habitación me desmaquillé y cambié de ropa a velocidad casi vampírica, cuando estaba a punto de meterme en la cama, alguien llamó a la puerta de mi dormitorio.
Fui a abrir despacio y preparando un grito en la garganta por si fuera necesario inmovilizar a quien estuviera detrás de la puerta.
Evan Shadows estaba al otro lado y se veía como un trapo viejo, vestía unos pantalones de chándal y una sudadera.

- La directora Black me ha contado todo lo que te hice estando bajo el hechizo que me lanzaron, quiero pedirte perdón, yo no soy así y aunque no me haya portado bien contigo sólo lo hacía porque me divertía poder discutir con alguien que no me tenía miedo y que dice lo que piensa sin preocuparse de las consecuencias – lo dijo todo del tirón y supe que lo había estado ensayando un par de veces frente a un espejo. Se le veía mal y ya no tenía la habitual mirada pretenciosa en su bonita cara.

- Ok, no te preocupes, no eras tú mismo y estás perdonado – le dije entornando la puerta, pero él la detuvo con su mano antes de que se terminara de cerrar.

- Si puedo hacer algo por ti cuenta con ello ¿vale? – parecía un poco avergonzado, pero supe que lo decía de corazón.

- Lo haré. Lo prometo – se despidió de mí con un movimiento rápido de cabeza y yo cerré la puerta para irme a dormir.

Mañana por la noche la directora Black tendrá algún plan para ayudarnos a Shane y a mí a salir de este lio y lo que era más importante, a liberar a su padre y a Josh de quien los haya secuestrado.

5 comentarios:

Isabel dijo...

Woooo! Ya sabia yo q Evan no podia ser tan malo como para intentar violarla!uff! Dawn me estas matando con cada cap q cuelgas xq se pone todavia más interesante!! En cada cap me gusta mas Shane, pero tambn me gusta Josh!xD

Cada vez me gusta mas como escribes, gracias x compartir tu libro!
Ya estoy ansiosa del siguiente cap! =D

Anónimo dijo...

es impresionante... estoy totalmente enganchada...no puedo esperar mas a leer el siguiente capitulo....TIENES UN VERDADERO DON!!!!
bss

Ryssa dijo...

FASCINANT, cada vez esta mas y mas interesant la historia, m he convertido en adicta a SubMundo jiji genial, simplement genial

lorena dijo...

me encanta tu libro
eres una genia!!!!!!!!!!!
TE SIGO DESDE TUS TRADUCCIONES

PERO TE HAS SUPERADO CON CRECES
sALUDOS DESDE CHILE

Jade dijo...

ultimamentee me estoy pasando mucho por este bloog.. jaja... seraa por la necesidad de seguir leyendoo... Shane se va a dar cuenta de que solo quiere a Dawn, y lo va a hacer pronto.. jajaja

siigue asii!!


jeei.